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5 claves del juego: Rivales cierran el 2017 con diferentes futuros

Que diferencia hace una temporada, pensando que fue precisamente hace un año que las Águilas recibían al líder indiscutible de la NFC Vaqueros, que habían ya asegurado el primer sembrado rumbo a la gran fiesta de la NFL edición 2016-17 luego de una milagrosa campaña.

Hace este escaso año el entrenador en jefe verde Doug Pederson iba rumbo al paredón de la crítica, luego de un comienzo muy positivo con Carson Wentz en los controles, solo para derrumbarse rumbo la ignominia. Ahora es el propio Jason Garrett el que tiene un largo supuesto 'descanso' con la mascada sobre los ojos.

Si el cierre del 2016 tuvo un ambiente de juego de pretemporada con todo decidido, en este está la duda para los pajarracos es si el mariscal de campo Nick Foles va a poder llenar los zapatos de Wentz. De hecho, Pederson subió de la escuadra de práctica al entonces tercero en la lista de mandamases ofensivos Nate Sudfeld al ver que de pronto los Potros de Indianápolis mostrara interés en rescatarlo para su lista de activos.

Que bueno para ellos, porque fue antes de que se marginara Wentz evitando así la frenética búsqueda de un segundón y volantazo detrás del ahora titular.

Sudfeld es un refugiado de los Pieles Rojas de Washington, que luego de una carrera exitosa en la Universidad de Indiana, fue reclutado en la sexta ronda para la temporada 2016 detrás de Kirk Cousins y Colt McCoy. Fue rescatado por Philadelphia luego de ser cortado por Jay Gruden y compañía al finalizar la temporada sin ver acción alguna.

Para los Vaqueros, pues caray, el escuchar y digerir las palabras de Dez Bryant en los vestidores vaqueros durante la semana, es la culminación de un esfuerzo que se quedó por la borda. Sus palabras dirigidas a miembros de los medios normalmente ignorados por el receptor abierto resonaron de una manera defensiva luego de una severa crítica vertida sobre él después de la debacle ante Seattle. 

Ya para los rótulos de invitación a la gran fiesta, Philadelphia tiene asegurado el primer sembrado, mientras que los Vikingos lo mismo con el segundo sembrado rumbo al descanso en espera del resultado de los juegos de comodines. En casa esperaran por lo pronto los Carneros y Santos, ante unas aseguradas Panteras como visitante, faltando solamente el sexto entre los Halcones Negros o Russell Wilson con su veliz mágico. 

Lejos de claves del juego, son mas bien observaciones, considerando que lejos de buscar la victoria, los Vaqueros buscan el pase de abordaje para el vuelo de regreso a casa mientras que los anfitriones buscarán un mayor ritmo de Foles comandando la ofensiva.

Clave 1 – La alineación es duda. Con estos juegos de mero trámite, de pronto los titulares son duda para cualquiera, considerando que el resultado final por el lado de los Vaqueros sería simplemente el buscar terminar de perdido con una marca ganadora. Aparte, en juegos de pretemporada el resultado final es irrelevante, a cierto grado, porque es más el evaluar jugadores para su posible inclusión entre los 53 y los integrantes de la escuadra de práctica. En este caso, para gente como el corredor Rod Smith, por ejemplo, si es que juega y le dan el balón también hay que considerar el hecho que su actuación pudiera atraer la atención de otro equipo en busca de un caballito de batalla titular para el 2018, tomando en cuenta que hay Ezekiel Elliott para rato. En otras palabras, no hay nada escrito en cuanta a quien juega, cuanto y con que intención. Este factor se pudiera ver en todos lados, considerando que receptores abiertos, alas cerradas y profundos pudieran ser las reservas desde muy temprano, incluyendo hasta la participación de Cooper Rush.              

Clave 2 – Hay preguntas en Philadelphia. Justo cuando volaba viento en popa la nave verde de la ciudad de la hermandad, en la semana 14 su mariscal de campo titular Carson Wentz salió lesionado para luego ser declarado fuera el resto de la temporada. En un juego falto de defensiva, el reserva Nick Foles pudo sobrellevar a los Carneros de Los Ángeles en el Coliseo de Lalalandia 43-35 y tal pareciera que tenían junto con el resto de la maquinaria un equipo ciertamente competitivo rumbo a la eventual fiesta. La victoria ante los Gigantes 34-29 con sus cuatro pases de anotación fue la antítesis del 19-10 ante los Raiders en Philadelphia y ahí comenzaron los nubarrones sobre el ahora comandante de la ofensiva. Esto al grado de que se habla de ver repeticiones para el reserva Nate Sudfeld, no necesariamente para descansar a Foles, pero para darle rounds en el cuadrilátero al otrora Hoosier de Indiana porque de pronto quien quita que lo necesiten para sacar agua de la embarcación.       

Clave 3 – No me estoy quejando, es que así hablo. Bueno, el caso Dez Bryant se ha tornado de especial interés no solo para los aficionados del equipo de la estrella solitaria, pero para el universo de la NFL. En primera instancia la actuación del ahora 88 de la franquicia ante los Raiders en Oakland tuvo sus momentos, pero la verdad escasos para alguien con su etiqueta de estrella. Sus números apuntan a un receptor abierto del montón en cuanto a total de recepciones, yardas totales, promedio por juego y anotaciones, ciertamente no valederos para presumir ser de la elite de la liga. Esta semana exigió que se le escuchara, al puro estilo de declamar aparentemente en defensa propia, y esto no puede ser bueno para lo que haya restando de buena vibra en los vestidores de The Star in Frisco. Con su propia agenda en la mano, sin los resultados que se requieren de su persona con esta franquicia y el verlo patinar al momento de que se le cuestionó el rebajarle el sueldo, su respuesta es que sigue siendo un gran jugador. En este juego sin mucho que rescatar al silbatazo final, la pregunta es si veremos a un Bryant tratando de salvar alguna sombra de su orgullo, otro sin interés en la hostilidades y de plano retraído desinteresado en siquiera  figurar, o en el último de los casos, ni alineando. Sea lo que sea, habrá mucho que comentar en los siguientes meses.

Clave 4 – Hay que encontrarle filo a esta navaja. La rivalidad mas añeja de los Vaqueros de momento dista de tener una aparente intensidad alguna, y como cierre de temporada no es como que el Lincoln Financial tendrá lleno alguno. Lo único que pudiera ser de interés es que si de pronto Foles cascabelea y este público afamado por abuchear en su momento a Santa Claus, tirándole bolas de nieve a Jimmy Johnson en las zonas blandas, y aplaudiendo a un tendido Michael Irvin con lesión que lo mandara a su mecedora del retiro, de pronto se vuelca y pide a Sudfeld. Las Águilas no están en posición para buscar descansar gente porque de pronto no traen un ritmo ofensivo y esta presión pudiera ser el aliciente para que la defensiva vaquera se ponga las pilas para aventar a Foles y compañía a los leones. Considerando que de un lado se hacen reservaciones a playas exóticas, mientras que del otro les espera la intensidad de enfrentar en casa el resultado de juegos como los Carneros contra los Halcones Negros o en su momento a los otros Marinos buscando recibir el juego divisional, Doug Pederson y compañía buscan dar fe que están listos para lo que se avecina.

Clave 5 –Este cuento se acabó. Se cierra una temporada que comenzara con tanta promesa en los campos de práctica en Oxnard, California. La controversia comenzó a fluir con comentarios hechos alrededor del juego del Salón de la Fama cuando saliera a relucir el caso en contra de Ezekiel Elliott y el castigo potencial para el corredor. La distracción de ver como se lidiaba semana tras semana para que jugara al especular en las cortes de justicia resultó un lastre y cuando por fin se diera el castigo de seis juegos, los primeros tres resultaron a la postre ser un verdadero boquete en el casco de la nave azul y plata en pleno mar abierto. Ahora le toca a Jason Garrett el estar en la silla caliente, y tal parece que de pronto necesita darle espacio a Dak Prescott ante una actuación sin ángel para cerrar el telón del AT&T Stadium. Todo esto es en parte resultado de una gran temporada regular en el 2016-17 y también de como terminó ante Aaron Rogers en juego divisional dejando a los Vaqueros fuera del Campeonato de la NFC que hubieran recibido en su propio patio. 

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