(Nota: La nota original fue escrita por David Helman, escritor para DallasCowboys.com, y traducida al español para SomosCowboys.com)
FRISCO, Texas - En este punto de la temporada baja, es fácil ver una práctica de estas como poco importante. Cualquiera te diría que el trabajo duro comienza este verano, cuando empiecen los campamentos de entrenamiento de la NFL.
Sin embargo, eso no siempre refleja la historia detrás de la superficie. Por ejemplo, mira la carga de trabajo de Allen Hurns el martes por la mañana. Como valor nominal, el receptor veterano participó en ejercicios individuales y corrió rutas durante los simulacros previo a la práctica del equipo -- algo bastante básico.
Pero eso contrasta con el panorama general, ya que el martes marcó la carga de trabajo más extensa de Hurns desde que le dislocó el tobillo de manera horrorosa en enero, durante la victoria de playoffs de los Cowboys contra Seattle.
"No poder estar ahí afuera y competir con tus compañeros de equipo, verlos practicar y cosas así, esa es una de las cosas más difíciles para mí", dijo Hurns. "Así que hoy, el poder estar con ellos significa mucho".
Aquí les va un pequeño resumen para aquellos que hayan logrado olvidar… En el primer cuarto de esa victoria 24-22 contra los Seahawks, Hurns atrapó un pase en un tercero y 7 y se abrió camino para 14 yardas, segundos después, su tobillo se torció completamente mientras fue tacleado. La lesión se vio tan brutal que el video se volvió viral en las redes sociales, ya que Hurns fue trasladado fuera del campo y llevado a un hospital para ser evaluado.
"Es bien loco. Todavía me da escalofríos pensar en eso ", dijo. "Sin embargo, lo que es sorprendente es que ese no fue el peor dolor de mi vida. Lo que me asustó fue ver que mi tobillo estuviese volteado hacia el otro lado".
Eso parece comprensible. Pero por más espantosa que fue la lesión – y por más dolor que haya sentido cuando los médicos colocaron su tobillo en su lugar, justo allí en el campo – Hurns dijo que rápidamente se dio cuenta de que la lesión no iba a retenerlo por mucho tiempo.
"Probablemente en la ambulancia", dijo. "Me dijeron cómo estaba todo, lo volvieron a poner en su lugar. Sabía que iba a ser un proceso difícil, pero sabía que estaría bien".
Estas prácticas de junio muestran el resultado final de ese proceso. Hurns dijo que estuvo enyesado durante dos semanas después de la cirugía, y luego empezó a utilizar una bota. La gravedad de la lesión le impidió poner peso en su pie izquierdo durante aproximadamente dos meses, lo que significa que pasó la mayor parte del tiempo encerrado en su casa, trabajando en rompecabezas y mirando Netflix.
A partir de ahí, fue posible comenzar a marcar las casillas. En los meses transcurridos desde su cirugía, Hurns ha aumentado su participación de manera constante mientras trata de recuperar su forma de fútbol.
"Después de esos dos primeros meses, pude hacer mucho más: levantarme, empezar a trotar y ahí es donde las cosas se ponen más emocionantes", dijo. "Eso es lo mejor de todo: cada semana que entras y ves y dices 'Ok, he progresado en esto, ya no estoy donde estaba'".
Avancemos a mediados de junio, y Hurns estima que está alrededor del 90 por ciento de su regreso. Puede correr y cortar rutas. El mayor obstáculo que queda, según él, es lidiar con el dolor que viene después.
"Sí podré practicar, pero la cuestión es practicar días seguidos, eso sería el único (problema) en este momento", dijo.
Por lo que los Cowboys seguirán vigilándolo durante el resto del minicampamento, y Hurns continuará progresando. Hasta ahora, él creer que estará listo para el inicio del campamento de entrenamiento.
Teniendo en cuenta dónde estaba en enero, eso no es una hazaña pequeña, por no mencionar un testimonio del poder de una perspectiva positiva.
"Siento que mi estado mental me ayudó mucho", dijo. "Ahí es donde estoy hoy, estoy de vuelta allá afuera corriendo rutas. Así que eso demuestra que el tener una buena mentalidad te ayudará mucho".
