(Nota: El artículo original fue escrito por David Helman, escritor para DallasCowboys.com, y traducido al español para SomosCowboys.com)
FRISCO, Texas - ¿Cuál es un obstáculo más que superar en una temporada de adversidad constante?
Recién salidos de su derrota de la Semana 12 ante Washington el jueves por la noche, los Cowboys están viendo que su calendario se ve afectado drásticamente por la pandemia de COVID-19 por primera vez este año, ya que el juego del jueves por la noche de la próxima semana contra Baltimore se ha pospuesto al lunes 7 de diciembre a las 4 pm tiempo central.
Los Ravens actualmente están lidiando con un brote continuo del virus en su lista, lo que provocó que su juego divisional contra Pittsburgh fuera cancelado el Día de Acción de Gracias. El juego se reprogramó inicialmente para el domingo, pero con el equipo aún enfrentando pruebas positivas, la NFL lo trasladó al martes por la noche.
Obviamente, esto es un pequeño cambio de horario para los Cowboys. Inicialmente, esta iba a ser una semana laboral de siete días, con juegos consecutivos contra Washington y Baltimore.
En cambio, el equipo ahora está esencialmente en una semana de descanso, con un calendario de seis días después antes del juego del lunes por la noche.
El cambio de horario aún no había ocurrido cuando el entrenador de los Cowboys, Mike McCarthy, habló con los reporteros el viernes, pero se le preguntó sobre la posibilidad de que el juego se moviera. En el caso de que sucediera, McCarthy dijo que probablemente les daría a sus jugadores un tiempo libre adicional.
Dadas las trágicas circunstancias de la prematura muerte del coordinador de fuerza y acondicionamiento Markus Paul, es una decisión fácilmente comprensible.
"Si el juego cambia al domingo, no anticiparía que entremos en una semana normal de siete días, sino que trataría este fin de semana y probablemente el lunes y martes como una semana de descanso. Creo que nuestro equipo podría usar eso", dijo McCarthy.
Los Ravens han tenido una serie de pruebas positivas a lo largo de la semana, lo que provocó que su juego contra los Steelers fuera cambiado. En particular, el mariscal de campo de Baltimore y el actual Jugador Más Valioso de la NFL, Lamar Jackson, dio positivo el miércoles, lo que podría poner en duda su estatus para el juego de los Ravens contra los Cowboys, además del enfrentamiento divisional contra Pittsburgh.
Ese es un problema que se resolverá a medida que avance la próxima semana. Como ocurre con cualquier otra faceta de este año impredecible, vale la pena señalar que todavía hay mucho tiempo para que las cosas cambien.
Con eso en mente, el pensamiento final de McCarthy sobre el tema fue perfecto, no solo para esta situación, sino para el año en general.
"No tengo idea de lo que va a pasar", dijo.
