(Nota: El artículo original fue escrito por David Helman, escritor para DallasCowboys.com, y traducido al español para SomosCowboys.com)
FRISCO, Texas - Los Dallas Cowboys anunciaron esta noche que el equipo ha decidido separarse del entrenador en jefe Jason Garrett.
Las noticias llegaron el domingo por la tarde, cuando surgieron informes durante el juego de comodines Eagles-Seahawks de que los Cowboys habían puesto fin a la carrera de nueve años de Garrett como su entrenador en jefe.
El propietario del equipo / gerente general Jerry Jones confirmó la noticia en un comunicado oficial.
"Estamos extremadamente agradecidos con Jason Garrett por sus más de 20 años de servicio a los Dallas Cowboys como jugador, entrenador asistente y entrenador en jefe", dijo Jones. "Su nivel de compromiso, carácter y dedicación a esta organización ha sido sobresaliente en cada etapa de su carrera".
La noticia da cierta claridad a una historia que se ha vuelto bastante confusa desde que los Cowboys fueron eliminados de la postemporada el fin de semana pasado. Después de esa victoria contra Washington, Jones se negó a comentar sobre el futuro de Garrett, afirmando que no tenía una fecha exacta para tomar una decisión.
Eso resultó ser cierto – al menos por el momento. En los días siguientes, no surgieron muchas noticias mientras Garrett realizaba entrevistas de salida con jugadores y se reunía con miembros de la oficina principal.
Sin embargo, la especulación alcanzó un punto álgido este fin de semana. A pesar de que no se actualizó el estado de Garrett, surgieron informes de que los Cowboys estaban realizando entrevistas con el ex entrenador de Green Bay Mike McCarthy y el ex entrenador de Cincinnati Marvin Lewis. Esa noticia parecía confirmar lo inevitable, aunque el anuncio no llegó hasta otras 24 horas.
La decisión pone fin a la estadía más larga de un entrenador de los Cowboys desde Tom Landry y prepara el escenario para que contraten a su primer nuevo entrenador en jefe desde hace una década. Es un cambio que se ha especulado durante bastante tiempo, especialmente después de que Jones optó por no extender el contrato de Garrett la temporada baja, preparándolo para una temporada 2019 en la que tendría que demostrar su capacidad.
Garrett aceptó las expectativas, vocalizando su objetivo para la temporada durante el Kickoff Luncheon de los Cowboys en agosto.
"El domingo por la noche, 2 de febrero de 2020, habrá una plataforma en el campo allá en Miami. Queremos estar en esa plataforma", dijo en ese momento. "Ese es nuestro objetivo. Si no tenemos ese objetivo, entonces no deberías ser parte de este equipo".
Claramente, este equipo de Cowboys se quedó corto. Después de un inicio de temporada de 3-0, lucharon contra las inconsistencias el resto del camino. Siguieron ese comienzo con una racha perdedora de tres juegos, y finalmente cambiaron las victorias y derrotas a un récord de 8-8.
El tiempo de Garrett como entrenador en jefe de los Cowboys en realidad comenzó de manera interina, ya que reemplazó a Wade Phillips el 8 de noviembre de 2010 después de un inicio de temporada de 1-7. Ayudó a los Cowboys a terminar 6-10 y fue nombrado el octavo entrenador en jefe en la historia de la franquicia el 5 de enero de 2011, después del final de la temporada.
Desde ese momento, Garrett ocupó el puesto durante las últimas nueve temporadas, acumulando un récord de 85-67 con tres títulos de la NFC Este, tres apariciones en postemporada y dos victorias en playoffs.
Hubo todos los altibajos que se pueden esperar de un entrenador en jefe que ha estado bajo tanto escrutinio como el que ha estado Garrett. Los Cowboys no lograron llegar a los playoffs en cada una de sus primeras tres temporadas, ya que perdieron cruelmente en la última semana de la temporada con un récord 8-8 en 2011, 2012 y 2013.
Garrett pareció abrirse paso en 2014. Después de perder el primer partido de la temporada ante San Francisco, los Cowboys lograron seis victorias consecutivas en el camino a un récord de 12-4 y solo la segunda victoria de playoffs de la franquicia desde 1995.
Por supuesto, esa victoria de comodín contra Detroit estableció el momento más memorable de la tenencia de Garrett, ya que los Cowboys fueron eliminados de los playoffs de manera controvertida después de que una recepción de Dez Bryant en la línea de gol de Green Bay fue declarada incompleta, ayudando a los Packers a avanzar al Juego del Campeonato de la NFC.
Esa actuación hizo que Garrett se ganara una extensión de cinco años y $35 millones, que se vencía este mes.
Ese dolor por culpa de los Packers se convirtió en un tema para los Cowboys de Jason Garrett.
Dos años más tarde, con la aparición de los novatos Ezekiel Elliott y Dak Prescott, Garrett llevó a los Cowboys a un récord de 13-3, su mejor marca desde 2007 y empató con la mejor marca en la historia de la franquicia. Los esfuerzos de Garrett fueron suficientes para ganar el premio AP NFL Coach of the Year (entrenador del año).
Sin embargo, terminó en decepción, ya que Green Bay viajó al AT&T Stadium para otro enfrentamiento de ronda divisional y pateó un gol de campo para ganar el juego clásico.
Después de eso, Garrett hizo una aparición más en los playoffs, cuando guió a un equipo 3-5 a un récord de 10-6 y un título de división en 2018. Pero, como ha sido el caso, la ronda divisional ha mostrado ser problemática ya que los L.A. Rams derrotaron a los Cowboys, 30-22, y eventualmente avanzaron al Super Bowl.
Ese sería su último viaje. Antes del último año de su contrato, estaba claro que el objetivo era alcanzar el primer juego de campeonato de la conferencia desde la temporada de 1995.
El objetivo no se cumplió, y ahora los Cowboys están enfocados en encontrar su noveno entrenador en jefe.
