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5 Claves del Juego

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Cinco claves para la temporada baja de los Cowboys

Team huddle

​Ni hablar.

En un juego de comodines los pupilos de Kyle Shanahan le ganaron el mandado al equipo de Mike McCarthy para la oportunidad de viajar al Lambeau Field para seguir en la gran fiesta, dejando así en el camino al equipo de Dak Prescott.

Estos gambusinos de Jimmy Garoppolo llegaron al AT&T Stadium sueltos y sin nada que perder y se notó. Hasta el mismo McCarthy en conferencia de prensa de cierre de temporada que duró 47 minutos admitió momentáneamente que su equipo parecía nervioso en los vestidores antes del juego, solo para corregirse a si mismo editando su comentario a que estaban "ansiosos y no nerviosos".

Sus propias palabras.

Lo que sí es cierto es que los Cowboys fueron victimados por ellos mismos. La verdad, ni vale la pena revisitar los 14 castigos, la jugada sorpresa de patada de despeje con su consecuente confusión, la falta de juego por tierra, la desaparición de la ofensiva y aquella secuela en la última jugada.

Hasta el propio Prescott le pareció prudente felicitar a los pseudo-aficionados que les pareció una buena idea el tirarle de botellas de agua a los árbitros al final del juego por la tragi-comedia que se desató al final del juego. Es obvio que Dak no ha sido testigo de lo verdaderamente desagradable y obsceno es el ver cómo a algunos trogloditas les parece justo el tirarle basura a un rival cuando está apunto de cobrar un corner en diferentes sedes del balompié.

Hasta se le revuelve el estómago a uno.

Pero bueno, toro pasado.  

Ahora llega el momento de tomar la radiografía y comenzar el largo proceso de preparación rumbo a la siguiente temporada.  

Juegos de estrellas colegiales con elementos listos para el profesionalismo, las decisiones en la agencia libre, el análisis rumbo al draft colegial y las subsecuentes decisiones, los mini-campamentos y el eventual campamento de entrenamiento rumbo a otro reto de ahora 17 juegos en 18 semanas.

Con todo esto de por medio, les paso mis cinco claves de la temporada baja.

Clave 1. Pantalón largo.  De momento los nombres de Dan Quinn y Kellen Moore andan rondando en los pasillos de otros equipos, como lo son los Broncos, Vikingos, Gigantes, Delfines y Jaguares. Los bonos de Quinn parecen superar a los de Moore, por la mejora que mostró la defensiva de una temporada a otra y el hecho que se tuvo cierta continuidad con la inyección de Micah Parsons. Moore parecía estar en la cima del futbol americano moderno al momento de estar 6-1 y como genio en efervescencia, pareciera que esta mística le sigue siendo marginalmente válido para un equipo en revoltura como Jacksonville, pero no sorprendería que se quedara con McCarthy a diferencia de Quinn cuya meta es el volver a timonear su propio equipo luego de llevar al equipo de Arthur Blank a aquel Súper Tazón donde se quedó el estado de Georgia con una gigantesca espina clavada. Lo cierto es que estos dos pasaron a la báscula y la posibilidad de tener que reemplazarlos es parte del proceso de preparación rumbo al 2022.   

Clave 2. Liderazgo.  Cuando se habla de quién trae la batuta en estos vestidores todo mundo apunta al número cuatro en la casaca. Desde su arribo y aquella temporada mágica haciendo dupla con Zeke Elliott, su aceptación en los círculos internos del club se ha vuelto algo incondicional, donde su semblante es uno de frialdad y temple. Pero, ¿qué hay del talento? Este lado de la moneda esta en duda luego de ver cómo Prescott simplemente no pudo elevar su propio juego ante los retos de la línea ofensiva y la sequía de Elliott al momento de establecer el juego terrestre. Algunos hablaban de su falta de confianza en la bolsa, los momentos de completa desidia al tener que producir al nivel de su balance bancario y él perder juegos ante equipos que ni se acercaron al protagonismo al final de la temporada. Para que el equipo de Jerry Jones pueda subirse al podio para aceptar el sexto trofeo Lombardi como campeón de la NFL esto tiene que cambiar. No hay duda que el mismo Dak Prescott sabe que le falta algo, un intangible que solo los grandes tienen, porque le están pagando como grande pero sigue sin llevar a su equipo a la tierra prometida. Así como lo conocemos a la distancia como un verdadero guerrero nos es claro a todos que no descansará hasta encontrar esta tónica, pero hay momentos donde de pronto se llega a la frialdad de decir que ya no hay más que se puede hacer porque por ahí no es.   

Clave 3. Piezas clave.  Para la administración vaquera la tarea comienza con la evaluación de todo. De principio a fin. Estos amigos se pasan hora tras hora analizando punto por punto, jugada tras jugada, cada estadística de manera exhaustiva con la consigna de armar la siguiente edición de su equipo rumbo al 2022. ¿Quienes son los indiscutibles? Uno es Micah Parsons, luego de demostrar que como verdadero Resistol es el heredero vaquero de los Lee Roy Jordan, Chuck Howley, Ken Norton Jr., Dexter Coakely, Dat Nguyen, Sean Lee por la manera de elevar el juego de sus compañeros defensivos. De ahí al real, ¿quién más tiene esa etiqueta del lado defensivo? Veteranos como DeMarcus Lawrence, Randy Gregory y Leighton Vander Esch se estancaron en su desarrollo y se volvieron parte de la escenografía sin poder elevar su juego al grado de ser considerandos para un Tazón de los Profesionales. Seguro Trevon Diggs se convirtió en un video viral por sus intercepciones, pero los números estadísticos de esta defensiva aparte del +14 en intercambios de posesión son poco presumibles y "ahí esta el detalle". Del lado ofensivo, el seguir aguantando semana a semana si sale Tyron Smith o no tiene que ser un detrimento a la continuidad ofensiva, junto con un reemplazable Connor Williams y un La'el Collins que al final del la novela fue más distracción que garantía. ¿Merece Dalton Schultz la atención de alas cerradas como Travis Kelce, Darren Waller, Mark Andrews o Noah Fant? Son decisiones monetarias. Y qué hay de Ezekiel Elliott y todo esto de su lesión. Mantenga la sintonía.

Clave 4. Necesidades. Siempre hay este rubro, el de las mejoras fuera del equipo. El draft colegial puede alimentar esta sed, la agencia libre también de cierta manera, pero como cada equipo que se quedó en el camino rumbo a la postemporada o que se quedaron en la lateral en juego de comodines, el ver que el jardín del vecino está más voluminoso y verde es un acto natural. A la defensiva siempre se tendrá la necesidad de esquineros y profundos. Seguro Trevon Diggs mostró que merece un lugar entre los titulares para el 2022, pero por parte de Anthony Brown, Jourdan Lewis y el novato Kelvin Joseph es difícil catalogar a alguno de estos como indiscutible. Para apoyadores, aparte de Parsons, ¿quién se salva? Keanu Neal definitivamente demostró que merece un lugar, pero en el caso que Dan Quinn acabe en otro lado, bye-bye. Por el lado ofensivo es primordial darle un giro de talento a la línea ofensiva y tomando en cuenta que el desgaste de este deporte es incondicional, ni el propio Zack Martin se salva del eventual reemplazo. Hasta el propio Greg Zeurlein debe estar en la balanza. No es posible que estén haciendo "changuitos" cuando se alinee para ejecutar un punto extra porque nadie sabe si lo va a conectar o no.

Clave 5. Nación vaquera.  Otro momento donde el hijo le dice a su padre, "nomas porque eres vaquero no significa que también les voy yo". Este aspecto generacional tal parece que, por la falta de resultados tangibles, se ha quedado en el camino. La afición de la estrella solitaria vivió la soberbia en grande, pero el decir que fue cerca de hace tres décadas es algo simplemente triste. No es defensible el perder ante un equipo que apenas llegó a las postemporada. No es defensible el ver cómo jugadores con contratos generacionales no pueden producir resultados que se traducen en planificar el viaje a Tampa a enfrentar a los Bucaneros de Tom Brady. No es digerible que una franquicia que domina el terreno de la mercadotecnia deportiva a nivel mundial no pueda pasar a una segunda ronda luego de dominar su propia división con marca de 6-0 y ser la única franquicia que lo lograra en el 2021. No es posible, pero es cierto. A este grado no se puede tapar el sol con un dedo, y para toda la nación vaquera las preguntas sobrepasan las respuestas, si es que hay respuesta a tanta pregunta. Lo cierto es que cualquier crítica del equipo de Jerry Jones merece a los resultados y la realidad que año tras año desde aquellos 90's no han visto la luz y mientras recordamos aquella victoria en Minnesota luego del descanso obligado con Cooper Rush en los controles es vivir en carne propia que este equipo de la estrella solitaria vive y muere de lo que pudiera ser. El futuro de la nación esta de por medio.

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