La intensidad volvió al ambiente vaquero.
Con un lleno escandaloso ante los Comandantes, los pañuelos revoloteando en el aire fueron muestra fehaciente de que la Nación Vaquera hizo acto de presencia en el AT&T Stadium con un equipo de Brian Schottenheimer que respondió con senda victoria 44-22.
Desde su nombramiento como entrenador en jefe, el buen "Schotty" se ha dedicado a inyectarle intensidad a su plantel y, mientras la ofensiva de Dak Prescott ha respondido con creces, la defensiva de Matt Eberflus se ha quedado entre luz y sombra.
La magia defensiva pareciera aparecerse ante Washington, porque hasta el mismo "Flus" andaba bastante destapado en la banca, lejos de su usual estoicismo y falta de emotividad.
Pues ahora les espera un verdadero polvorín en la ciudad de la milla alta, luego de la exhibición que dieron los Broncos de Bo Nix la semana pasada en el Empower Field at Mile High con su histórico regreso 33-32 ante los Gigantes.
Aparte de enfrentarse en el Súper Tazón XII, con marcada victoria azul plata 27-10 en el Súper Domo de Nueva Orleans, la marca es de 9-4 a favor de los pupilos de Sean Payton, con una presente racha de siete victorias consecutivas, siendo un 10 de septiembre de 1995 la última salida a favor del equipo de la estrella solitaria.
Los anfitriones llegan como la ofensiva número once, con 347.0 yardas totales por juego, corriendo para 131.9 yardas por cotejo, siendo la sexta mejor de la liga. Al momento de pasar con su estelar mariscal de campo, son la quinta total con 215.1 yardas por juego. La defensiva del coordinador Vance Johnson se destaca, siendo la tercera mejor de la liga, permitiendo 273.1 yardas totales por juego, la novena ante el acarreo al son de 93.3 yardas por juego y la sexta por aire con 179.9 yardas por juego.
Los Cowboys siguen siendo la ofensiva líder en yardas promedio con 390.6 por juego, con 122.1 yardas en el acarreo, catalogada décima tercera, y segunda total con 268.4 yardas por encuentro. Los números defensivos siguen arrastrando la cobija, siendo la 32 en yardas totales con 401.6, 141.3 por tierra (colocados en el lugar 30) y 32 ante el pase con 260.3 promedio por juego.
Pero vayamos a las cinco claves de otro encuentro de los Cowboys ante estos rivales de la esquizofrénica División Oeste de la Conferencia Americana, unos Broncos de Denver que siguen invictos en su palacio en los cielos.
Clave 1. Regresando por sus fueros.
Para Javonte Williams, el regreso al aire enrarecido de las Rocallosas es razón de pausa. Luego de una productiva carrera en la Universidad de North Carolina, al son de 2,297 yardas con promedio de 6.3 yardas por intento en tres temporadas con los "Tar Heels", su llegada al estado de Colorado fue vía una selección de segunda ronda en 2021. Su carrera fue estancada con una seria lesión en 2022 y, luego de reaparecer en dos temporadas de resultados "seis-siete", fue dejado en libertad y rescatado por Dallas. No hay duda de que Williams trae la espinita clavada y, siendo un verdadero pivote para la ofensiva vaquera, su reto serán los embates de los apoyadores Justin Strnad, Alex Singleton y la máquina de tacleos y capturas en el Sooner de Oklahoma, Nik Bonitto.
Clave 2. Una segunda vuelta al ruedo.
La esperada reaparición de CeeDee Lamb fue el reencuentro con su colega George Pickens, donde de pronto están denominados como receptor 1A y 1B. La defensiva de Vance Johnson sabe cómo presionar al mariscal de campo contrario, siendo líder de la liga con 34 capturas detrás de la línea, comandados con ocho de Bonitto, que se ve colocado como segundo en la lista detrás de las nueve de Brian Burns, de los Gigantes, y Byron Young, de los Carneros. De nuevo será tarea mantener el juego corto activo para luego ver a Prescott soltar el brazo en busca de la trayectoria cruzada, para encontrar a sus corceles en las praderas en las alturas. Nombres a resolver también son el esquinero veterano Pat Surtain II y el profundo Talanoa Hufanga, que de momento es líder en tacleos con 29 en su carnet personal.
Clave 3. Que se sigan complementando.
La defensiva de Matt Eberflus se reencontró ante Washington, destacando las actuaciones de Jadeveon Clowney, Shemar James, Kenneth Murray Jr. y aquel "pick-six" de DaRon Bland, elevando el frenesí del AT&T Stadium a su máximo. La ofensiva de Sean Payton fue apagada en tres cuartos en la jornada siete, pero de pronto despertó en un último cuarto de regreso netamente histórico, comandado por su líder incondicional Bo Nix, que terminó con 27 de 50 para 279 yardas, con dos pases a las diagonales y otras dos por piernas, todo con quince minutos en el reloj de juego. Se apoya en una saludable ejecución por tierra, con JK Robbins y RJ Harvey combinándose para 695 yardas en 142 acarreos, para un promedio cercano al 5.0 por intento. La secundaria vaquera tiene en la mira a Courtland Sutton, Marvin Mims y al siempre peligroso ala cerrada Evan Engram, destacando la ausencia del profundo Donovan Wilson en los movimientos entre semana.
Clave 4. El botín de oro.
Marcando la pauta en esta nueva era de pateadores está Brandon Aubrey, que con otra patada de más de 60 yardas entra en la lista de marcas de todos los tiempos. Del otro lado está un veterano, Wil Lutz, que también tuvo su rol en el drama anterior, conectando el gol de campo ganador ante los Gigantes. Lutz tiene la puntería afinada, estando 9 de 10 en intentos, 1 de 2 desde 40-49 yardas y 2 de 2 de 50+, sin ningún moretón en sus 16 intentos de puntos extra. El aire ligero de Denver hace del juego de patadas un verdadero espectáculo que no solo ayuda a estos dos elementos, pero por lo mismo tanto Brian Anger como su homónimo de posición, Jeremy Crawshaw, se darán gusto cuando sean solicitados a labores de despeje. Los que se frotan las manos son los especialistas Marvin Mims Jr., que junto con KaVonte Turpin tendrán seguramente espacios para despeinarse en sus apariciones en regresos de estas patadas.
Clave 5. Que comience la feria.
Los Cowboys enfrentan a la División Oeste de la AFC, y esta es la primera salida, que será seguida por juegos ante los Raiders, Jefes y Cargadores. El escenario de Mile High es otro boleto, y si hay equipos cuyas aficiones los abandonan en las malas, la afición bronco es una de las más leales y estrafalarias de la liga. La llegada de los Cowboys es razón de celebración, y la mera verdad será un reto encontrar una cantidad a considerar de casacas azul plata en las gradas. La intensidad del AT&T Stadium la semana pasada se desbordó a consecuencia de la buena ejecución de ambos lados del balón, y ahora es vital que regrese ese juego complementario para, de perdido, bajarle al horno del monstruo de 75,126 que es el aforo del Empower Field at Mile High. Los Vaqueros suelen ser precavidos a la ofensiva en sus primeras series, y ahora pudiera ser que el escenario dicte una agresividad controlada para, de manera firme, sentar a los vestidos de azul y naranja en lo que se espera sea una tarde de tarjeta postal en el bello estado de Colorado.












