La recta final, edición 2025, ya tiene conclusión.
Fueron demasiados pecados defensivos en juego tras juego que no permitieron que esta edición del equipo vaquero tuviera la solvencia complementaria necesaria para competir con el calendario en la mano.
Todo comenzaba con una derrota "motivante" ante los ahora campeones de la División Este de la NFC, Águilas de Philadelphia (10-5), para luego ese 40-37 ante Nueva York (2-13), seguido de la dolorosa derrota en Chicago (11-4) ante un equipo que llegaba de su propia debacle en 2024. El comienzo de temporada no vislumbraba lo que Caleb Williams pudo destapar con 298 yardas por pase y cuatro (4) anotaciones por aire en el Soldier Field de la Ciudad de los Vientos.
Para el propio Ripley fue aquel 40-40 ante Green Bay (9-5-1) que demostró de nuevo que había octanaje ofensivo, pero la defensiva del coordinador Matt Eberflus estaba arrastrando la cobija. Esta fue la plataforma luego de cuatro fechas, y para esto se comenzaba el runrún de que pudiera haber un problema del lado defensivo del balón.
La victoria ante los pobres Jets (3-12) fue seguida de aquella zarandeada en Carolina (8-7), donde ahora sí sonaron las alarmas ante otro equipo del cual no se esperaba que salieran tan respingones. De nuevo, como para confundir a todo mundo, los Cowboys despacharon a estos mismos Comandantes al son de un convincente 44-24 en el AT&T Stadium, donde la energía del respetable se podía cortar con una navaja.
Pero el desencanto estaba al cien con esas dos derrotas consecutivas en Denver (12-3) y el siguiente descalabro ante Arizona (3-12), que ha sido señalado ahora como el punto más bajo de la temporada. Dallas se iba a su descanso obligado con una decepcionante foja de 3-5-1, y se hablaba de "muchos cambios" rumbo al juego en Las Vegas ante unos desdibujados Raiders (2-13).
Ahí comenzaba la esperanza. La directiva, con la llegada de Quinnen Williams, Logan Wilson y varios elementos reapareciendo, parecía sacar la "pick-up" del lodazal con la victoria ante Las Vegas y otras dos en casa ante las mismas Águilas, y luego, en el Clásico del Día de Acción de Gracias, despacharon al universo de la NFL con el aguerrido Patrick Mahomes y sus Jefes de Kansas City (6-9).
Y quien no se comió el queso, como diría el gran Bill Parcells, al momento de ver en el calendario la visita al Ford Field de la Ciudad del Auto. Pues los Leones (8-7) y los Vikingos (7-8) demostraron con claridad lo que los Cargadores (11-4) pudieron constatar: la temporada vaquera sería otra temporada sin poderse quitar el mote de inefectivo.
Los Cowboys amanecen ahora como la segunda ofensiva con 393.1 yardas por juego, corriendo para 118.8 yardas por cotejo, siendo la décimo séptima mejor de la liga. Al momento de pasar, siguen siendo la número uno total con 274.3 yardas por juego. La defensiva es ahora la 30, permitiendo un total de 380.1 yardas totales por juego; la 20 ante el acarreo, al tono de 122.3 yardas por juego, y de vuelta al sótano como la 32 defendiendo el pase, permitiendo 257.8 yardas por juego.
Para los pupilos del exvaquero Dan Quinn, tienen la ofensiva 20 en yardas totales con 321.1 por encuentro, cuatro con el acarreo, tabulando 133.9 yardas promedio, y la 24 elevando el ovoide con 187.2 yardas promedio. La defensiva capitalina es la número 31 de la liga, permitiendo 383.1 yardas por juego, once ante el acarreo con 104.7 yardas, y la tercera mejor ante el ataque aéreo, permitiendo 174.4 yardas promedio.
La marca de todos los tiempos es de 80-47-2 a favor de los Cowboys, donde de pronto han ganado cuatro de los últimos cinco encuentros de estos acérrimos rivales de la División Este de la National Football Conference (NFC).
Ahora vamos a las cinco, más que nada, observaciones para dos equipos que simplemente están buscando dar espectáculo, sabiendo que, lejos de ser un juego insignificante, sí cuenta, porque los de pretemporada se jugaron en agosto.
Clave 1. Pase usted a su butaca. Ya está confirmado que varios titulares, incluyendo a Dak Prescott y Javonte Williams, saldrán a jugar en este cierre de temporada. Sin embargo, en mi opinión personal, sería más prudente sentarlos pensando en la temporada 2026 y evitar riesgos innecesarios. Dak, aunque listo y dispuesto, podría no necesitar exponerse; lo mismo aplicaría a Williams, con cerca de 1,200 yardas y nueve anotaciones, cuya posición de corredor sigue siendo objeto de evaluación y podría atraer ofertas de otros equipos. George Pickens, CeeDee Lamb, Cooper Beebe y Jake Ferguson también serían candidatos a descansar. Del lado defensivo, difícil encontrar a alguien que no tenga algún saldo negativo en su cuenta.
Clave 2. Personal a la báscula. Cuando el equipo de Brian Schottenheimer regrese del juego de cierre ante los Gigantes, juego que sigue sin fecha anunciada, comienza el proceso de evaluar de "pe-a-pa" las tres fases del juego. Comenzando con equipos especiales, Brandon Aubrey tendrá su momento de negociación, y de nuevo, el estire y afloje dependerá del valor percibido de otros equipos para el apodado "marciano" por el buen Luis Fernando Pérez. Ahora, el caso de KaVonte Turpin pudiera ser un poco más maquiavélico, porque su análisis tomará en cuenta no solo su ejecución como receptor abierto, sino también sus 6.3 yardas promedio en regresos de despeje, siendo la 29 en la liga, lo que pone a consideración su valía hacia el futuro. Turpin sigue bajo contrato, pero siempre existe la posibilidad de cambios con jugadores secundarios en busca de mejorar la ejecución.
Clave 3. Decisiones y más decisiones. Ahora el lado defensivo es otro boleto, comenzando con el propio coordinador defensivo Matt Eberflus, e incluyendo prácticamente a todo el personal de este lado del balón. Jadeveon Clowney será agente libre y su llegada fue favorable, considerando la falta que hizo en Detroit luego de ser activo fijo en aquellas tres (3) victorias consecutivas. En el caso de Kenneth Murray, Reddy Stewart y Dante Fowler, es justo pensar que otros equipos probablemente no entren en subasta para encontrarles casa nueva. El caso de Logan Wilson también será de especial interés, tomando en cuenta que su anticipada llegada fue acompañada de confusión en cuanto a su falta de juego, aun vestido con el casco puesto listo para entrar al quite. Lo cierto es que la defensiva vaquera dio pena ajena y, la verdad, es la culpable del aparatoso final de la temporada.
Clave 4. Al abordaje con intensidad. Para este cierre de temporada en juegos de equipos eliminados, como el caso de los Cowboys en Washington, es tiempo de echar la casa por la ventana. Sin nada que ganar o perder en cuanto a su relevancia como protagonista, no es tiempo de tirar la toalla cuando salten a la grama. Estos jugadores no son robots, y no hay duda de que el no contar con ese aliciente de prepararse para los juegos de la gran fiesta es un factor, pero el adagio de jugar al cien por ciento sin aflojar para así evitar cualquier lesión es algo muy real. La realidad es que, bajo estas circunstancias, le queda a los Cowboys regresar al Metroplex para celebrar con familia la Navidad el viernes 26 de diciembre, sabiendo que dieron todo con los elementos con los que salieron al juego y pueden presumir el balón de juego.
Clave 5. No son los únicos. La temporada regular 2025 tiene ahora a catorce equipos eliminados, con dos plazas de las siete por conferencia todavía por decidirse. Equipos eliminados como Minnesota son sorpresa, luego de una despampanante temporada regular 2024, pero Washington, Arizona y Gigantes no tenían mucha esperanza de lucir. Del lado de la AFC, seguro la sorpresa es Kansas City, pero aparte de ellos, los demás, ya pensando en la playa con el coco-loco en la mano, estaban en la mira de la mediocridad. Los que estén dentro del juego estarán seguro en la misma frecuencia de Jadeveon Clowney, que dijo tajantemente: "No requiero ninguna motivación para jugar sea lo que sea la posición actual del equipo. A mí me pagan por jugar, me gusta el dinero y la seguridad de mi familia; así a mí no me tienen que preguntar si necesito aliciente alguno". Será interesante ver si este es el lema generalizado en Washington.












