Continua el peregrinaje anual vaquero al este estadounidense con la enésima visita a la ciudad de la hermandad.
En esta ocasión es mas que solamente un juego entre rivales divisionales. Estamos hablando de dos equipos que están en la boca de todos, uno el único invicto entre los 32 equipos y el otro con la novela que tanto los caracteriza.
Cowboys ante los Eagles desde el Lincoln Financial bajo las luminarias candentes de otro juego de domingo en la noche.
Hubo un momento donde eran estos mismos Vaqueros ante aquellas Águilas en el desaparecido Veterans Stadium localizado en la 3501 South Broad Street de la ciudad que para algunos historiadores es conocida como la primera capital de la Unión Americana.
Me toco narrar juegos en aquel circo romano. El entrar a ese estadio con los colores de los visitantes era verdaderamente tomarse la vida en las manos, particularmente porque el rival eran los odiados Dallas Cowboys.
Ya ahora en el Lincoln Financial las cosas ya son mas medidas en ese sentido, será porque desde 2003 esta todavía nuevo el ahora recinto convertido en nido verde, cuando en la vieja guarida, con aquel campo artificial que daba miedo, hasta tenía un calabozo con todo y juez dictando sentencias a los que pusieran muy "acá".
Qué tiempos aquellos.
Para la edición 127 de esta larga trayectoria, los Vaqueros son la ofensiva total 27 de la liga, número 15 con el acarreo y 27 pasando. La defensiva de Dan Quinn es la siete total, 19 ante el acarreo y siete ante el pase. Para los pupilos de Nick Sirianni la ofensiva total es la 27 complementada por la 29 en el acarreo y 16 al momento de tirar. A la defensiva son la 18 total, la séptima ante el acarreo y la 21 ante el pase.
Las Águilas llegan de vuelta a casa luego de apurada victoria 20-17 en el desierto de Arizona ante unos Cardenales (2-3) que han perdido sus tres juegos en casa en el 2022. En lucha de pateadores reserva el vestido de rojo Matt Ammendola falló gol de campo de 43 yardas que hubiera empatado el juego solo para ver a los vestidos de verde continuar siendo el único equipo invicto de la NFL.
Mike McCarthy busca terminar con esa racha y de paso arrebatarle el primer lugar de la división poniendo en primer plano su propia racha de ganados consecutivos entre sus rivales luego de un relampagueante 6-0 en el 2021 y contando las ya victorias ante los Gigantes y Comandantes en la presente temporada.
La victoria ante los Carneros sirvió de nuevo como escaparate para una defensiva que presume no solo el jugador defensivo de la semana en Micah Parsons, pero un elenco productivo en cada una de sus filas. El juego de Dorance Armstrong con aquel balón suelto en la primera posesión de Matthew Stafford y el regreso a las diagonales de DeMarcus Lawrence valió el boleto para la exagerada cantidad de vestidos azul y plata reunidos en el espectacular Sofi Stadium.
La promesa es que habrá muchos menos vestidos de vaquero bajo las luminarias candentes de otro domingo en la noche.
Con otro capítulo de esta acérrima rivalidad, les paso mis cinco claves del juego.
Clave 1. Atacar de inmediato. En momentos el deporte de las tackleadas es como una función de box — salen a tantearse los contrincantes en los primeros episodios para luego sacar la estrategia en busca de la victoria. Para la camada defensiva de Quinn y compañía es obligatorio atacar sin cuartel desde el principio, llegarle a Jalen Hurts buscando de igual manera el proteger el perímetro con los apoyadores Leighton Vander Esch y Anthony Barr que junto con los profundos Jayron, Kearse, Donovan Wilson y Malik Hooker saben lo elusivo que es el mariscal de campo contrario. El juego terrestre de Miles Sanders y el mismo Hurts se combinó para 119 yardas en 30 acarreos con 26 de 36 para 239 yardas por aire, destacando las dos anotaciones desde la yarda uno del mismo Hurts aprovechando a los cinco frontales. No hay duda que el sacar a Hurts de sus cabales es meta uno de Parsons y el resto de la frontal defensiva, y en este caso hay que darse a la tarea desde el silbatazo inicial haciendo que pague cada una de sus escapadas.
Clave 2. La sencillez de seguir ganando. Ya con cuatro victorias consecutivas con Cooper Rush al mando de la ofensiva uno pensaría que llegó el momento de subirle a su intelecto personal ampliando su carnet de jugadas. En este caso, y ante el rabioso monstruo de 80,000 cabezas, la tónica del deporte de las tackleadas dicta que primero se corre el balón para luego tirar en una actitud de controlar el reloj de juego. La ofensiva de Kellen tuvo el balón 29:30 de los 60 minutos ante los Carneros, y sus 22 puntos valieron la victoria, apoyándose en las 163 yardas del duo Elliott/Pollard. A eso no hay que cambiarle nada. De nuevo la meta inmediata no es pensar en diciembre en pleno octubre — el enfoque es darle lo mismo en el plato a Rush para mantenerse al margen de que la defensiva permita menos puntos para la victoria. Sencillo.
Clave 3. Circo aéreo. En la quinta jornada el juego por aire significó apenas 102 yardas en 10 intentos para 16 completos sin visita alguna a las diagonales. En las cuatro victorias el juego complementario de la defensiva a sacado a flote a una ofensiva que sigue corriendo de manera efectiva el balón, siendo este el complemento ideal para tener a la defensiva descansando en la banca. Tal pareciera que para la ofensiva total el juego aéreo se ha quedado atrás, sumando que CeeDee Lamb, Michael Gallup y Noah Brown se combinaron para apenas 10 recepciones para 102 yardas en Inglewood. No hay duda que se busca más producción con el pase, pero aquí lo importante es el no apresurarse si la línea ofensiva le sigue dando los huecos para que Elliott caiga hacia delante para una segunda y cinco, para luego una tercera y corto. La cautela debe ser el entender como han venido ganado los últimos juegos y de no caer en la idea que el presente juego aéreo debería tomar mas escena al ver la efectividad del juego terrestre. Es dejar que el balance entre las dos contrapartes siga siendo suficiente para los 24 puntos necesarios para una victoria.
Clave 4. Duelo de especialistas. Parte del éxito de los presentes Vaqueros ha sido la productividad de Brett Maher, con sus cuatro de cinco aciertos de 50 yardas o mas. Maher ha sido parte de la ecuación final al tener que conformarse con intentos de gol de campo, que en este caso han significado victorias viendo cómo la ofensiva se estanca en la zona roja. Del otro lado el veterano Jake Elliott no vistió ante los Cardenales y ha visto limitada acción en las prácticas de la semana rumbo a la sexta jornada, y en su lugar estaría de nuevo el novato Cameron Dicker. El juego que busca Mike McCarthy es uno donde la defensiva dicta desde el mismísimo comienzo y en este tipo de juegos los pateadores son los que se ponen en el escenario para las patadas grandes en juegos reñidos de rabiosas rivalidades. De poder obligar a ese ritmo de juego, la balanza se carga en el veterano y su cuadrilla de centro largo y sostenedor.
Clave 5. Nombres de los hombres. Luego de ausentarse con una lesión en el pecho ante los Rams, Jason Peters se pronunció, desde mediados de la semana, que estaría listo para el juego del domingo. El veterano, que para muchos eventualmente le harán su busto para inmortalizarlo en el salón de la fama, estuvo nueve temporadas arrecha águila viviendo del otro lado de la valla esta rivalidad. Él sabe la importancia de este juego. Gente como Fletcher Cox, Brandon Graham, Josh Sweat, Haason Reddick y C.J. Gardner-Johnson en la defensiva contraria se frotan las manos en espera de saltar a la grama en su escandaloso estadio buscando invocar al respetable a unirse a la causa y vencer al odiado rival. En esta sexta jornada estos protagonistas se juegan el respeto mutuo para salir con una ventaja de dos juegos de las Águilas sobre los Vaqueros o el salir empatados por marca pero en el primer lugar por desempate a merced de su marca de 3-0 en juegos divisionales. Lo interesante será quien de todas las estrellas de este juego tendrá su nombre en luces al final de esta edición de otro clásico Vaqueros — Águilas.
