Hay que saber llegar.
Ese pudiera ser el lema de este compromiso de gira donde los espectros de Arizona (2-8), San Francisco (6-3) y Philadelphia (8-1) estarán rondando en lo que se espera sea un lleno escandaloso con gran cantidad de aficionados vestidos de azul-plata en Charlotte.
El AT&T Stadium sigue retumbando con el alarido de la victoria con esta marca de 4-0, con imponentes victorias ante los Jets (4-5), Patriotas (2-8), Carneros (3-6) y Gigantes (2-8) donde el poderío ofensivo parece venir en olas de verticalidad ofensiva junto con un verdadero dominio defensivo ante equipos de la segunda división.
Al ver de cerca las tres derrotas de gira, se pueden ver tintes muy diferentes en cada caso. En el desierto pareciera que los C-Boys llegaron un tanto sobrados al compromiso ante un Josh Dobbs y James Conner que los mandaron a la esquina con el capuchón de niño castigado.
La derrota ante los gambusinos fue, pues, una verdadera zarandeada en todos los aspectos, mientras que en la ciudad de la hermandad se quedaron en el camino en un juego que pudieran haber ganado.
Para Mike McCarthy fueron los castigos que les costaron ante unos ahora descansados pupilos de Nick Siriani que regresan a su carnet de juegos visitando a los Jefes (7-2) en tremendo duelo bajo las luminarias candentes del Monday Night Football en el circo de tres pistas conocido como el afamado Arrowhead Stadium.
Mientras ese duelo promete las chispas de un verdadero estire-y-afloja entre confirmados protagonistas a la gran fiesta, el viaje a Carolina por parte de los Vaqueros no tiene el mismo caché ante un equipo que comenzó la temporada 0-6 con su única victoria ante unos resurgidos Texans (5-4) de C.J. Stroud por marcador poco vistoso de 15-13.
La esperanza de Frank Reich es que su defensiva pueda marcar la diferencia ante lo que parece haberse convertido en el circo aéreo de la conexión 4-88 y 4-87, mientras se sigue buscando el elixir de como establecer un juego terrestre con el debate existente entre si es la línea ofensiva o el corredor al momento de entrar a las trincheras parte del detalle.
Lo cierto es que los Cowboys están obligados a ponchar su tarjeta con vistas a recibir los siguientes tres juegos en casa, comenzando con el juego de Día de Acción de Gracias ante los Comandantes (4-6), Seattle (6-3) y para el 10 de diciembre sacar el tapete rojo al recibir a su acérrimo rival Águilas de Philadelphia en otro domingo en la noche.
Los Cowboys llegan como la ofensiva cuatro en general, once en el acarreo y seis con el pase. La defensiva azul-plata es la número tres de la liga, quince ante el acarreo y dos ante el pase. Por su lado las Panteras llegan con la ofensiva número 30 total, 27 con el acarreo y 27 al elevar el pase. Son la defensiva número siete de la liga, 26 ante el acarreo y la seis ante el pase.
Con este juego donde el enemigo parecen ser los mismos Cowboys, les paso mis cinco claves del compromiso Cowboys-Panthers.
Clave 1. En busca del balance. Lejos de controversia, de pronto se ha desatado el tema de la efectividad entre los corredores Tony Pollard y Rico Dowdle luego de ambos combinarse para 134 yardas en 27 acarreos. En los viejos tiempos esas eran las estadísticas de un solo corredor, léase los Emmitt Smiths, DeMarco Murrays o el relámpago que fuera el desaparecido Marion Barber. La posición de corredor titular en la NFL a cambiado a ser por comité y para estos dos es aparente que los egos y el frenesí de ser el verdadero caballito de batalla se ha quedado en segundo plano. Para Pollard el ser catalogado como jugador franquicia lo tiene ciertamente bajo la lupa, y en juego como este ante una de las peores defensivas ante el juego de piernas es necesario poder re-establecer el porqué la cúpula vaquera lo puso sobre la báscula con su futuro ciertamente en el balance. Los bonos de Dowdle ciertamente están subiendo, mostrándose un tanto más revolucionado al momento de tomar el escenario.
Clave 2. Sigue el acto aéreo. Para Dak Prescott las últimas salidas han sido muy productivas a pesar de la legión de críticos que simplemente no estarán satisfechos hasta verlo alzar el Trofeo Lombardi ante el universo de la NFL. La verdad, hasta el mismo mariscal de campo estaría de acuerdo, porque es un individuo que se rige por los resultados (victorias) en el terreno de juego y no por los números que de pronto lo tienen entre los pre-nombrados a posible Jugador Más Valioso de la presente temporada regular. Mike McCarthy tiene toda la fe en su líder incondicional y ahora parece haberle soltado la rienda luego de sus 404 yardas en 26 completos de 35 intentos con cuatro pases de anotación junto con otra anotación por piernas adentrado en la zona roja. El propio jugador ha dicho que esta "libertad" lo tiene con la oportunidad de hacer de esta ofensiva de lo mejor de la liga, pero todo eso se va por la borda si de pronto son emboscados en Carolina.
Clave 3. Sueltos y sin ilusiones. Sea acto de desesperación o simplemente en busca de un paracaídas, Frank Reich ha tomado las riendas del llamado de jugadas luego de darle tres juegos con las cartas en la mano al coordinador ofensivo Thomas Brown. La cara ante los medios obviamente no delata estar en la silla caliente, y con un mariscal de campo novato en Bryce Young y la última salida hace diez días en Chicago el retomar las riendas luego de tenerlas produciendo seis derrotas consecutivas es señal de un equipo perdido en el espacio. Los Cowboys llevan toda la semana procurando decir las cosas que dicen los ya aterrizados luego de la debacle en Arizona, pero ante un equipo sin nada que perder la cosa se puede intensificar si los Cowboys se vuelven ellos mismos el enemigo número uno, descuidan el balón o se ven inmersos en un maremoto de castigos. Es tiempo que pongan orden en la corte, lleguen con la intención de ganar sin humillar al rival y regresarse con su tercera victoria de gira para una larga estadía en su propio patio.
Clave 4. Listos para su "close-up". Los números de la defensiva del Coach Q han ido en mejora con cada semana, y el dominio presentado ante los Gigantes es un espejismo difícil de presumir. Los equipos protagonistas tienden a resolver a los equipos chicos, pero pregúntenle a los 49ers lo acontecido luego de tres derrotas consecutivas ante los Cafés (6-3), Vikingos (6-4) y Bengalíes (5-5) justo después de estar volando alto al despachar a los Cowboys al son de 42-10 en su Levi's Stadium. En esta liga no hay nada totalmente predecible, pero para la defensiva vaquera ha llegado el momento de nuevo ponerse la luminaria y sacar del juego al respetable presente desde la voz de ya. Su propio juego terrestre tiene a Chuba Hubbard y Miles Sanders compartiendo la responsabilidad y lejos de ser estelares en el plano estadístico será importante cuidar que se inspiren con un público listo para estallar de gusto. Con la salida a fin de cuentas de Leighton Vander Esch, de pronto Rashard Evan está bajo la lupa y en la caja con Markquese Bell ahora pudiendo cuidar el perímetro como profundo. Para Micah Parsons y el resto de los caza cabezas es vital hacerle la vida de cuadritos al novato Bryce Young con el clásico, "bienvenido a la liga".
Clave 5. A ver qué hay de especial. Con la noticia que KaVontae Turpin no práctico en toda la semana, su etiqueta de "cuestionable" parece tenerlo fuera para esta jornada y seguirá la espera de ver al producto de TCU en Fort Worth lucirse en regresos de patada. Ante Nueva York fue el chaparrón Deuce Vaughn el elegido y esta pudiera ser la oportunidad de que se desprenda como lo hizo durante su propia estadía como Gato Salvaje de la Estatal de Kansas tomando en cuenta que se espera ver mucho al pateador de despeje Johnny Hekker luego de las siete patadas del escocés Jamie Gillan de los Gigantes. La defensiva vaquera tiene el reto de apagar el juego ofensivo de las Panteras y de poder causar caos en el juego complementario con series de tres-y-fuera donde los equipos especiales de John "Bones" Fassel estarán puestos esperando despejes largos provenientes del terreno defendido de Carolina. También esta este detalle del posible 20 goles consecutivos del novato Brandon Aubrey, que con los 19 conseguidos para comenzar una carrera lo tiene al borde de marcar historia.
