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5 claves del juego: Vaqueros perfilados a la capital ante acérrimo rival

Luego de dos juegos consecutivos con treinta puntos y sendas derrotas ante los Carneros y Empacadores, los cuarenta que le propinaron a los gambusinos de la bahía fueron suficientes para igualar su marca en 3-3 rumbo a la jornada ocho.

Ahora será el reanudar una de las verdaderas rivalidades de la NFL entre Vaqueros y Pieles Rojas desde el FedEx Field de Landover, Maryland, siendo la edición 114 de dichos juegos entre estos equipos de la división Este de la Conferencia Nacional.

Con las Águilas en primer lugar con su marca de 6-1, estos dos se juegan el segundo lugar momentáneo con la esperanza de mantenerle el paso a Carson Wentz y compañía, tomando en cuenta que los pupilos de Jason Garrett apenas juegan su segundo juego divisional luego de abrir con su victoria en casa ante los Gigantes.

En lo que aparenta un verdadero hospital, el equipo de Washington presenta un cuadro tétrico con un sinnúmero de lesiones que simple y sencillamente no se pueden ignorar. Son 17 los nombres en la lista de tocados por parte del equipo de Jay Gruden, y esta lista incluye a gente como los esquineros Bashaud Breeland, Josh Norman y Fabian Moreau, junto con los linieros ofensivos Morgan Moses, Spencer Long, Trent Williams y Brandon Scherff.

Con todo y que Ezekiel Elliott está asegurado una semana más y el momento por el que pasa Dak Prescott, si la defensiva pudiera volver a alzar la mano con las capturas e intercambios de balón, se puede volver a remar con la corriente. De hecho por la ofensiva no ha quedado, luego de que Prescott por tercer juego consecutivo tiró para tres pases de anotación compartiendo ahora esta hazaña en los anales de la franquicia vaquera con Tony Romo y el desaparecido Don Meredith.

En el papel llegan dos equipos con las mismas marcas y sus estadísticas son similares en cuanto a las ofensivas y defensivas ante el resto de la liga. La gran diferencia es que mientras Prescott tiene armas por doquier, el mariscal de campo capitalino Kirk Cousins parece ser el único cargando la losa con un juego terrestre que se ha quedado arrastrando la cobija.    

Pero como es costumbre, estos juegos suelen terminar siendo un verdadero circo y con la presión de seguir en la lucha por ambos vestidores, es tiempo de saborear otro manjar donde los de la estrella solitaria han ganado seis de los últimos ocho.

Clave 1 –Que siga la función. Vaya semana para los Vaqueros. Se respiró un aire de tranquilidad y frescura luego de lograr callar a aquellos que osaron decir en voz alta que había que tener cuidado con el viaje a San Francisco. La victoria alzó las tinieblas si por lo menos una semana, y ahora el reto es retomar el vuelo. Para ello se requiere de seguir alimentando al caballito de batalla, mover las cadenas y controlar el reloj de juego, y con un Dak Prescott mostrando esa frialdad poco vista en jugador con tan poco kilometraje, la ofensiva tiene la entera posibilidad de anotarse mas de treinta puntos por cuarto juego consecutivo. La defensiva comandada por el apoyador Ryan Kerrigan es la número 12 de la liga, y la novena ante el acarreo, pero el talón de Aquiles es el juego aéreo, donde son la número 19 y las lesiones han hecho de este rubro una gran oportunidad para toda la camada de receptores abiertos, alas cerradas y corredores vestidos de azul y plata en trayectorias aéreas.       

Clave 2 – No hay que bajar las manos. La defensiva de Rod Marinelli ha sido criticada semana tras semana, y en particular con aquellas dos derrotas donde se anotaron 30 puntos y como quiera no fue suficiente. La semana pasada fue una verdadera cátedra de como se maneja al rival, y aun cuando si hubo algunos chispazos del rival, fue la presión sobre el mariscal de campo que marcó la pauta. Kirk Cousins debe correr por su vida, con cuatro de sus cinco guardaespaldas en la lista para ver al doctor, y un juego terrestre de Chris Thompson virtualmente inexistente, DeMarcus Lawrence, David Irving, Benson Mayowa y Tyrone Crawford deben darse gusto. El regreso de Sean Lee por segunda semana consecutiva es un verdadero aliciente en poder apagar el juego terrestre y obligar a Cousins desde temprano a tirar el balón.  

Clave 3 – Otra vez esta pareja. El profundo Byron Jones es especialista en ser la sombra del ala cerrada contrario, y esta semana no será la excepción cuando su asignación sea el gran Jordan Reed. De pronto es el líder en recepciones con 26, de hecho el corredor Thompson es el segundo con 23, y en momentos donde no se cuentan con receptores abiertos que se desmarquen, Reed está puesto para el reto. No hay duda que es un factor su juego y puede dominar a cualquiera, siendo el ala cerrada elite de la liga, y para Jones la tarea es contenerlo y buscar en algún momento darle una sacudida para que sepa que anda cerca. Junto con Reed y Thompson, los pases a las laterales en busca de crear un convoy es parte de la escenografía de Gruden y compañía, siendo de especial interés que tan temprano buscan a estos dos y si es que insisten en establecer un juego terrestre. La bola de cristal dice que no se podrá, por ende la importancia de esta válvula de seguridad.   

Clave 4 – Equipos especiales al frente. Tanto Dallas como Washington están lidiando con lesiones a sus pateadores, con Dustin Hopkins y Dan Bailey fuera por lo pronto. Los Vaqueros le hicieron un lugar al veterano de mil batallas Mike Nugent, mientras que los capitalinos le dieron la oportunidad al novel Nick Rose, producto de los Cuernos Largos de Texas en sus épocas colegiales. Rose estuvo en el campamento de los Halcones Negros de Atlanta y los 49ers de San Francisco, donde fue llamado por el turco en ambas ocasiones, y su primer gol de campo fue de 27 yardas la semana pasada en lunes por la noche en la derrota 34-24 ante las Águilas. No hay duda que este juego pudiera determinarse no solo con un gol de campo, pero también con un punto extra errado, y con dos pateadores que hace unos cuantos días andaban sin chamba, la cosa se pone bastante interesante. La balanza estará del lado del veterano Nugent, que estuviera por larga estadía con los Bengalíes de Cincinnati.    

Clave 5 –Esperar lo inesperado. Estos dos equipos se enfrentaron por primera ocasión en 1960, el año que se fundó el equipo tejano, pero el antecedente fue que el dueño original Clint Murchison se quedó a un instante de comprar la franquicia de Washington cuando se enteró que el entonces dueño George Preston Marshall estaba ansioso de venderlo. Ya con el acuerdo en la mesa, Marshall le cambió la jugada a Murchison y este enfurecido se reusó al convenio modificado. Fue entonces que Murchison decidió crear su propio equipo, proceso requiriendo el voto de los demás dueños por unanimidad, siendo Marshall el único opuesto a esta expansión en la ciudad tejana. Pues como para el mismo Ripley, el compositor del himno de los Washington Redskins, Barnee Breeskin, tuvo un malentendido con Marshall a tal grado que le vendió los derechos de la canción "Hail to the Redskins" al propio Murchison el cual le propuso a Marshall que si cediera en cuanto a la expansión, le regresaría la canción a la afición capitalina, y así fue como se fundaron estos Dallas Cowboys. Desde entonces se han contado innumerables momentos de colorido y folklore en esta rivalidad, y todo esto vuelve a nacer este domingo al filo de las 3:30pm tiempo central.     

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