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Aumenta el valor de Dalton Schultz

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FRISCO, Texas – Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, dice el refrán, que para los Cowboys puede ser verdad en este receso de temporada, en el que es probable que durante los últimos días hayan tenido que replantear sus prioridades.

Los Cowboys nunca han resentido realmente las lesiones del ala cerrada Blake Jarwin, desde que firmó su extensión contractual, ni la salida de Jason Witten, gracias a que Dalton Schultz surgió mucho más allá de las expectativas desde la temporada 2020.

Schultz relevó en la titularidad por lesión a Jarwin desde el segundo partido de ese año y mostró que era capaz de jugar al más alto nivel, apenas semanas después de que mucho consideraban que su lugar en el equipo peligraba en el campamento de pretemporada, tras dos primeros años sin pena ni gloria, desde que llegó de la Universidad de Stanford en la cuarta ronda del draft 2018.

Ahora, los Cowboys son los que deben estar preocupados de que Schultz se convierta en agente libre, donde podría convertirse en uno de los mejores pagados de la NFL.

Mayor la preocupación aún, si se considera que Jarwin recién fue operado de la cadera y, de acuerdo a diversos reportes, puede que no esté listo para entrenar cuando lleguen los juegos de exhibición próximos; como sucedió el verano pasado, cuando estaba en rehabilitación de esa grave lesión de rodilla que sufrió en el primer partido del 2020.

En el 2021, Jarwin estuvo activo atrás de Schultz los primeros seis partidos antes de lastimarse la cadera y regresar para el último juego de temporada regular y el de playoffs, en los que sólo tuvo una recepción para seis yardas de dos ocasiones en que fue buscado por el quarterback Dak Prescott.

Esa cirugía a la que fue sometido Jarwin puede convertirse en el punto de decisión final para que los Cowboys tengan que tomar una decisión con respecto a su lugar en el roster.

Jarwin está programado para ganar cuatro millones de dólares, según el contrato de 22 millones de dólares por cuatro años, que firmó antes de la temporada 2020. En caso de ser cortado, sólo contaría por dos millones de dólares contra el tope salarial.

La decisión sobre Jarwin puede resultar también en el detonante para que Schultz sea etiquetado franquicia y evitar que se convierta en agente libre sin restricciones.

En el 2021, Schultz tuvo una de las mejores temporadas que haya vivido como receptor un ala cerrada de los Cowboys. Sus números han hecho incluso olvidar por momentos que ya son dos años desde que Witten se fue del equipo por segunda ocasión.

Schultz logró 78 recepciones para 808 yardas en el 2022. Es el único otro ala cerrada, después de Witten en la historia de Dallas con al menos 70 pases completos y 800 yardas. Sus ocho touchdowns son la tercera mejor marca de todos los tiempos para la franquicia en la posición. Y su trabajo en labores de bloqueo ha sido poco apreciada, pero casi igual de efectivo que por pase.

"Es agradable ser mencionado en el mismo párrafo que Witt (Witten)", dijo Schultz después del último partido de temporada regular. "Pero Witt lo hizo por 16 años. Hasta que pueda hacer algo como eso, no creo que pertenezca a la misma categoría de un muchacho como él. Así que aún tengo trabajo por hacer para este equipo".

En este momento, atrás de Schultz hay poco para el optimismo: Sean McKeon, quien sólo tuvo cuatro recepciones para seis yardas en nueve partidos de su segundo año como profesional, y Jeremy Sprinkler, un veterano de cinco temporadas, que estuvo activo en los 17 juegos de la temporada pasada, promovido del equipo de prácticas cada semana, y sólo tres pases completos totales.

Los Cowboys tienen hasta el 8 de marzo para decidir si colocan la etiqueta de jugador franquicia sobre Schultz, que se traduciría en contrato de una temporada y 11 millones de dólares. Pero sobre todo, en la oportunidad de seguir negociando con él contrato a largo plazo hasta la fecha límite que sería el 15 de julio.

Ya tuvieron toda la semana en el Combine para observar y entrevistar talento entre los principales prospectos colegiales de alas cerradas rumbo al próximo draft de la NFL, como Jalen Wydermyer, de Texas A&M; Isaiah Likely, de Costal Carolina, y Trey McBride, de Colorado State.

Pero las última dos ocasiones que eligieron alto en esa posición en el draft no les fue muy bien: Martellus Bennett en la segunda ronda del 2008 y en esa misma situación Gavin Escobar en 2013.

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