FRISCO, Texas - Los Cowboys están ante una oportunidad única de hacer algo especial, de vivir una temporada para recordar, con una ofensiva que puede explotar anotando puntos, como ha demostrado por periodos esta campaña. Y una defensa que cada semana parece mejorar en casi todos los aspectos de su juego.
Ahora el gran reto será mantener la consistencia cuando empiece el "futbol americano real", como aseguró este lunes el entrenador en jefe de los Cowboys, Mike McCarthy, menos de 24 horas después de que propinaron una paliza de magnitudes históricas al Washington Football Team.
Fue la primera vez en más de 41 años que los Cowboys anotan al menos 56 puntos en un partido de temporada regular.
La ofensiva que parecía incompetente los dos meses más recientes estalló con cuatro pases de touchdown de Dak Prescott en la primera mitad, algo que antes jamás había logrado ningún quarterback en la historia de la franquicia.
A la defensa, Trevon Digg aprovechó para empatar la marca de pases interceptados en una sola temporada, que tenía el legendario Everson Walls, quien por cierto estuvo en el estadio para ver cómo se esfumaba su marca también con cuatro décadas de antiguedad.
Esa misma defensa cada vez presiona de manera más consistente y ni siquiera hay que tener gran memoria, para darse cuenta que es la mejor que los Cowboys han puesto en el campo en muchos años, no sólo para detener al rival o conseguir balones para su ofensiva.
También puede poner puntos en el marcador. Suman cinco intercepciones que regresan para touchdown.
Los Cowboys anotaron touchdown con ofensiva, defensiva y equipos especiales el domingo contra Washington.
Ahora, los Cowboys tienen que traducir ese éxito de ambos lados del balón en triunfos de postemporada; algo que ha escaseado durante más de un cuarto de siglo para una galardonada organización.
"Tenemos que aprovechar por completo la oportunidad que tenemos", dijo Zeke Elliott. "Ya hemos tenido grandes temporadas que no terminan en campeonato. De nada sirve tener una gran temporada regular, ser campeón divisional, si no trascendemos en playoffs".
El corredor de los Cowboys ha vivido eso en carne propia. En su año de novato, hace ya seis años, junto con Prescott, fue parte de un equipo que ganó 13 juegos, dos más que cualquier otro club en la Conferencia Nacional en una campaña que incluyó 11 triunfos consecutivos.
Sin embargo, fueron eliminados en el primer partido de playoffs, en la ronda divisional, por los Green Bay Packers, a pesar de que su ofensiva, que tanto éxito tuvo todo el año, anotó 21 puntos. Pero su defensa aceptó 34…
"He sido la ofensiva número uno y no me garantizó un campeonato", dijo McCarthy en referencia a su tiempo como entrenador de los Packers. "Quieres ver un equipo con mayor balance, que pueda jugar futbol y ganar con las tres fases del juego. Eso queremos ser. Queremos ser un equipo de futbol que juegue futbol completo".
Los Cowboys recibirán su último partido en casa de la temporada este domingo, contra los Arizona Cardinals, que también ya están clasificados a playoffs, pero siguen desesperados en la competencia por el primer lugar de la División Oeste de la Conferencia Nacional, que dominó durante 13 semanas, antes de caer en una racha de tres derrotas al hilo.
Dallas aún compite, aunque menos desesperado, por conseguir la primera siembra de la conferencia, que resultaría en descanso durante la primera ronda de playoffs y recibir todos los partidos en casa.
Tendrán que recordar que Arizona, sin hacer mucho ruido, llegó el año pasado al AT&T Stadium para aplastarlos 38-10, cuando el quarterback Kyler Murray parecía imparable por pase y carrera, ante una defensa de Dallas muy mala toda la campaña. Muy diferente a la actual…
"Dije que íbamos a alcanzar nuestro pico", recordó el linebacker Micah Parsons. "Creo que estamos llegando al pico en el momento correcto".
