Desde que iniciĂł su carrera como entrenador en 1997, como asistente de Dick Vermeil, Brian Schottenheimer soñaba con algĂșn dĂa convertirse en head coach en la NFL. Ese sueño se hizo realidad la noche del jueves, 28 años despuĂ©s, cuando encabezĂł la salida de los Cowboys al campo para enfrentar a los vigentes campeones del Super Bowl, los Philadelphia Eagles. Dallas estuvo cerca, pero terminĂł cayendo 24-20.
No fue la noche que Schottenheimer ni los Cowboys esperaban, y el equipo no se conforma con simplemente competir de "igual a igual" frente a los mejores de la liga.
"Estoy orgulloso de cĂłmo compitieron, pero no creo en las victorias morales cuando este equipo estĂĄ construido sobre una cultura que gira en torno a ganar", dijo Schottenheimer. "No hay victorias morales en una derrota".
Durante el himno nacional, las emociones que Brian Schottenheimer habĂa acumulado durante casi tres dĂ©cadas salieron a flote.
Mientras se entonaba el Star Spangled Banner, él le hablaba a dos figuras: a Dios y a su padre, el legendario entrenador en jefe de la NFL, Marty Schottenheimer. Aunque la conversación era espiritual, sus pensamientos estaban puestos en sus jugadores, alineados junto a él.
"Estoy rodeado de grandes hombres jóvenes en ese vestidor y de un gran cuerpo técnico; ese fue mi enfoque principal hoy", afirmó Schottenheimer. "Estar con ellos⊠y me hubiera gustado que hubiéramos encontrado la forma de conseguir la victoria".
En la primera mitad, los Cowboys parecĂan listos para dominar el marcador: anotaron en cada una de sus cuatro posesiones y llegaron al descanso con 20 puntos. La mala noticia fue que los Eagles tambiĂ©n tuvieron Ă©xito ofensivo, anotando touchdowns en sus tres posesiones.
"Salimos encendidos a la ofensiva en la primera mitad, y defensivamente tuvimos algunas dificultades, pero luego hicimos grandes ajustes en defensa en la segunda mitad y le dimos la vuelta", explicĂł Schottenheimer. "Nos dimos la oportunidad de ganar, pero ofensivamente no hicimos lo suficiente".
Parte de esa falta de contundencia ofensiva al final del partido tuvo que ver con errores en momentos clave, especialmente de CeeDee Lamb, receptor All-Pro, quien ha sido una garantĂa en sus cinco temporadas anteriores con el equipo.
Sin embargo, Schottenheimer no estĂĄ preocupado.
"No se preocupen por CeeDee Lamb. Ăl va a estar bien", asegurĂł. "Es un gran jugador. Esto fue una derrota de equipo y la asumimos como tal. Sabemos hacia dĂłnde podemos llegar como equipo. Lo entendemos".
Fue una derrota dolorosa, pero el estĂĄndar y las expectativas de Schottenheimer para los Cowboys no cambian.
"Sigo creyendo que podemos ganar un Super Bowl", dijo. "Ese es el objetivo, y no va a cambiar. Tenemos el tipo correcto de jugadores. Tenemos buen talento".
Al final, tanto Schottenheimer como los Cowboys reconocen que no supieron aprovechar los momentos clave del partido, y eso es lo que mĂĄs duele.
"Tuvimos oportunidades ahĂ afuera y para nosotros no existen las victorias morales", afirmĂł. "Tuvimos la oportunidad de ganar ese partido y no lo hicimos, y eso va a doler".
Ahora, los Cowboys tendrĂĄn un descanso de 10 dĂas antes de su debut como locales en el AT&T Stadium ante los New York Giants, el prĂłximo 14 de septiembre.













