El momento de dudar se fue por la ventana.
Luego de regresarse del desierto de Nevada con una invaluable victoria, la cuesta se pone más que pronunciada cuando llegan los líderes divisionales, Águilas de Jalen Hurts, a probar la mística del AT&T Stadium.
Y la meta no es necesariamente alcanzar a los emplumados en la tabla de posiciones divisionales; es más bien alcanzar a equipos como los Empacadores, Leones, Panteras, Halcones Marinos y Gambusinos, todos con al menos seis victorias a las cuatro de los Vaqueros.
Pero no deja de ser un juego de "seis puntos" para el aficionado de la Nación Vaquera, simple y sencillamente por lo que contrae la eterna rivalidad entre estas dos franquicias. Odio apache es decir poco, y si los vestidos de verde pueden hundir las esperanzas del anfitrión con senda derrota en su propio patio, lo harán y con gusto.
Las Águilas han ganado cuatro al hilo en dos ocasiones en la presente temporada, con dos derrotas consecutivas ante Denver y unos inspirados Gigantes en los pantanos de New Jersey para la jornada seis. Sus victorias incluyen emboscadas a Jefes, Carneros, Bucaneros, Empacadores y Leones, todos equipos considerados protagonistas rumbo a la gran fiesta de enero.
Las posibilidades de ver llegar a estos Vaqueros a dicha fiesta dependen de una sola cosa: ganar de aquí al final. Comenzando con una victoria ante un rival que llega de victoria un tanto desdibujada 16-9 sobre un equipo de Dan Campbell que se viera un tanto "perdido en el espacio" desde algún rincón del universo, al puro estilo de la Familia Robinson.
Los Cowboys llegan como la tercera mejor ofensiva con 378.7 yardas totales por juego, corriendo para 120.0 yardas por cotejo, siendo la duodécima mejor de la liga. Al momento de pasar son de nuevo la número uno total con 258.7 yardas por juego. La defensiva es la 30, permitiendo un total de 381.3 yardas por juego, la 24 ante el acarreo al son de 131.4 yardas por juego y la 30 por aire con 249.9 yardas por juego.
Los pajarracos tienen la ofensiva 25 en yardas totales con 300.1 por encuentro, 17 con el acarreo tabulando 115.2 yardas promedio y la 28 en cuanto a surcar los aires con 184.9 yardas promedio. La defensiva del coordinador Vic Fangio también anda a media tabla (17), permitiendo 326.8 yardas por juego, catorce ante el acarreo con 106.6 yardas y 19 ante el ataque aéreo, permitiendo 214.2 yardas promedio.
La marca de todos los tiempos es de 71-58 a favor del anfitrión, con la última victoria azul plata siendo un 33-13 a favor de los Cowboys en el AT&T Stadium en 2023 sobre el equipo del, en momentos, intransigente Nick Sirianni.
Pero vayamos a las cinco claves de otro encuentro de los Cowboys ante su acérrimo rival, Philadelphia Eagles, sin andar pensando en Jefes, Leones, Vikingos, Cargadores, Comandantes ni Gigantes.
Clave 1. A esto se ha llegado. Durante toda esta primera vuelta, la defensiva de Matt Eberflus ha sido la causa de la falta del afamado juego complementario con una ofensiva que ciertamente ha hecho lo suyo. Con su estilo de establecer el juego por piernas junto con el control de pases a las bandas inmediatas, la presente estrategia es la clásica del deporte de las tackleadas. En este caso se debe tirar el libro de la vieja guardia por la ventana y, considerando la urgencia que trae un equipo plenamente en la segunda división junto con el resto de los equipos con marcas perdedoras, pudiera considerarse abrir la ofensiva y salir agresivos desde la patada inicial. Como quien dice, ganas el volado y quieres de inmediato el balón. La primera jugada y "¿dónde andan Pickens y Lamb?", junto con el resto de los velocistas Turpin, Flournoy y Tolbert.
Clave 2. Pudiera ser un verdadero "fénix". La presente marca de 4-5-1 es, diría Bill Parcells, lo que en realidad eres. Un equipo cuyas deficiencias a la defensiva han truncado cualquier continuidad ofensiva que se ha podido lograr. Ahora, con los refuerzos vía canjes y reapariciones, existe la posibilidad de ver en carne propia que gente como Hurts, Saquon Barkley y los Goedert, Brown y Smith sean los mismos que se aparecieron ante los Leones generando apenas 16 puntos, 135 yardas por pase y solo una visita a las diagonales. Así como aquella ave que se apareció de las cenizas, la esperanza es que esta nueva y mejorada versión de los 'Flus Boys' le pegue al gordo y neutralice desde un principio las escapadas de Hurts, protejan el perímetro con un Logan Wilson como espía de Barkley y que la reaparición de nueva cuenta del dúo de los profundos Donovan Wilson y Malik Hooker sea lo que el doctor ordenó.
Clave 3. Esperar lo inesperado. Como en cualquier rivalidad en el mundo del deporte, hay momentos donde uno llega en mejores condiciones que el otro. En el papel, los pupilos de Nick Sirianni llegan mejor colocados que las huestes de Brian Schottenheimer, pero viendo un poco más de cerca, las últimas dos victorias ante Green Bay y los mencionados Leones fueron con números ofensivos poco abrumadores, demostrando una posible oportunidad para la defensiva vaquera. Con la salida del tackle ofensivo Lane Johnson y el "momentum" que contrae la llegada de Quinnen Williams junto con Overshown, Ravel y el impacto de Logan Wilson, es factible ver que esta nueva versión de la visión de Matt Eberflus llegue, a fin de cuentas, a salvar este día, porque así como pudieran sacar esta de la chistera, les queda otro tramo por recorrer en esta segunda vuelta de antología. Pero, por lo pronto, un paso a la vez.
Clave 4. Juego de patadas. Tomando en cuenta la recién racha inofensiva de Philadelphia en las últimas semanas, y de tornarse una batalla de defensivas, el juego de piernas pudiera resolver el crucigrama al silbato final. Por su lado, Jake Elliott tuvo tres de tres, sumándole al total de 16 ante los Leones, sirviendo al apoyo de una ofensiva inoperante. Por lo mismo, un juego cerrado pone en operación a los equipos especiales en patadas de despeje, donde las patadas de Braden Mann sean las oportunidades de ver por fin alguna espectacular escapada de KaVonte Turpin, que ya para estas alturas nos está dejando a deber. Para las patadas de Brian Anger estará Xavier Gipson en los regresos, que de nuevo, bajo las circunstancias de una lucha en las trincheras, estas jugadas de equipos especiales pudieran pesar en el encuentro al momento de encender la mecha para cualquiera de las dos ofensivas buscando aprovechar el buen regreso. Y cuando se trate de ganar el juego con un puntapié, y sin echarle la sal, el buen Brandon Aubrey estará al filo del cañón cuando sea requerido.
Clave 5. Ambiente de festival. Con el reloj de arena en plena operación, la Nación Vaquera seguro hará acto de presencia con otra llegada del odiado rival bajo las circunstancias actuales. Hay sangre en el agua, con la idea de ver al actual campeón venir a hundir cualquier esperanza de una postemporada al equipo de casa, algo que, según los expertos, es lo que se espera suceda. Con la moneda en el aire y la noción de tirar toda la carne al asador y mañana vemos cómo está la cosa, el respetable estará plenamente enchufado para el comienzo del encuentro, y será la responsabilidad de la renovada defensiva acorralar a Hurts y causar intercambios de posesión para energizarse de la energía del presente. Bajo todas las circunstancias, un marcador bajo, considerando una cerrada lucha en las trincheras y la expectativa de otro final cardíaco de tan sonada rivalidad, es de lo que se trata.












