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5 Claves del Juego: Cowboys vs Raiders | Semana 11

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Difícil descanso obligado para estos Dallas Cowboys.

Una nube se ha parado sobre The Star in Frisco luego de la trágica noticia de que uno de los integrantes del equipo falleciera de manera inexplicable.

El mismo Brian Schottenheimer dedicó su esfuerzo por seguir ante tal reto personal a la memoria de Marshawn Kneeland en conferencia de prensa al comenzar la semana de preparación rumbo a la undécima jornada, ahora ante los Raiders de Las Vegas.

Difícil poner a un lado lo acontecido, pero en este deporte la intensidad y vigilia dentro del terreno de juego es primordial, y por más que sean las distracciones y situaciones fuera del emparrillado, tienen que, por obligación, tomar asiento en el auditorio al momento de levantar la estafeta para comenzar la acción.

Con un segundo Monday Night Football consecutivo en el carnet, los Vaqueros ahora se encuentran en el precipicio de otra temporada cuya promesa ahora se basa en poder establecer una racha de victorias consecutivas, algo que, basado en lo acontecido ante los Cardenales de Arizona, es posible pero poco probable.

Los canjes de Quinnen Williams y Logan Wilson servirán para fortalecer la defensiva al momento de atacar al mariscal de campo y buscar entorpecer el juego por piernas, pero las dudas en la secundaria dan pie a que se tape un hueco, pero de pronto aparecen otros dos. Las lesiones de Donovan Wilson y Malik Hooker han sido costosas, y su posible reaparición junto con la de DeMarvion Overshown y el debut del novato Shavon Revel Jr. son causa de energía positiva.

Los Cowboys llegan como la cuarta mejor ofensiva con 378.4 yardas totales por juego, corriendo para 120.7 yardas por cotejo, siendo la treceava mejor de la liga. Al momento de pasar son la número tres total con 257.8 yardas por juego. La defensiva es la 31, permitiendo un total de 397.4 yardas totales por juego, la 28 ante el acarreo al son de 143.0 yardas por juego y la 29 por aire con 254.4 yardas por juego.

Los Malosos tienen la ofensiva 30 en yardas totales con 272.7 por encuentro, 29 con el acarreo, tabulando 87.4 yardas promedio, y la 27 en cuanto a surcar los aires con 185.2 yardas promedio. La defensiva del coordinador Patrick Graham también anda a media tabla (15), permitiendo 320.8 yardas por juego, catorce ante el acarreo con 106.6 yardas, y 16 ante el ataque aéreo permitiendo 214.2 yardas promedio.

La marca de todos los tiempos es de 7-6 a favor del anfitrión, con la última siendo una victoria 36-33 en tiempo extra en el AT&T Stadium del equipo del "pomadoso" Al Davis.

Pero vayamos a las cinco claves de otro encuentro de los Cowboys ante rival de la División Oeste de la AFC, donde faltan todavía juegos ante Jefes y Cargadores, recordando la derrota en Denver ante los Broncos.

Clave 1. Llegaron los refuerzos.

La llegada del liniero defensivo Quinnen Williams y el apoyador Logan Wilson sirve para fortalecer lo que se ha convertido en el Talón de Aquiles de la defensiva vaquera al momento de permitirle al mariscal de campo contrario libre albedrío semana tras semana. Increíble pensar que entre los Clark, Odighizuwa, Ezeiruaku, Williams y Thomas no hubiera uno que, de perdido, perturbara al contrario en cara a la undécima jornada, pero la llegada de uno de los verdaderos exponentes en la posición tiene que ayudar.

Por su lado, Wilson se pone al frente de la lista, y de especial interés será ver qué tan rápido asume el papel de capitán de la defensiva con el círculo verde en el casco, señalando ser el mariscal de campo defensivo.

Clave 2. No hay mucho que moverle.

Durante toda la temporada la ofensiva vaquera ha sido líder en mover el balón y puntos anotados, siendo aparente que la falta de defensiva y el verse atrás afecta el balance entre correr y establecer en lugar de tirar para alcanzar.

Para Dak Prescott lo que pueda lograr la defensiva ante Geno Smith es ganancia, pero el seguir en busca del juego complementario es ciertamente la meta, considerando que si la defensiva puede darle el balón, la ofensiva tiene la obligación de incrementar el tiempo de posesión.

Para ello está el juego terrestre con Javonte Williams, y la duda de quién será su segundón con la repentina desaparición de Jaydon Blue, y la mezcla de Jake Ferguson en el juego corto y controlado.

Para dicho control está también la situación en la posición de tackle derecho, donde Nate Thomas parece estarle haciendo sombra a Terence Steele en cuanto a la titularidad de tan importante guardaespalda.

Clave 3. Otro reto en la mira.

La ofensiva de Pete Carroll ha cascabeleado, siendo artífice de su marca de 2-7, donde perdieron rumbo a su propio descanso obligado y perdieron en su primer juego luego de regresar a la acción. Peor no se pone la cosa.

Abrieron con senda victoria en Nueva Inglaterra para luego perder siete de los siguientes ocho, lo que incluye una demoledora blanqueada 31-0 a manos de su archienemigo Jefes en su Arrowhead Stadium.

Más suelto no pudiera estar el equipo residente de la ciudad del pecado. El peligro latente es Ashton Jeanty, que seguro andará en busca de entretener al respetable con su increíble agilidad, y el hecho de haber jugado su preparatoria en el Metroplex de Dallas-Fort Worth, siendo integrante del Lone Star High School de Frisco, Texas, es fuerte aliciente para que el muchacho se destape.

Su propio juego corto tiene a Smith buscando a su ala cerrada Brock Bowers para luego conectar con los receptores Tre Tucker y el novato Dont'e Thornton.

Clave 4. Un juego a la vez.

La situación actual de los Cowboys es una cuerda floja, mientras que lo mismo no se puede decir de unos Raiders cuya temporada se ve reducida a no ser de consecuencia, aparte de aguarle la fiesta a otro protagonista.

No es posible ganar dos juegos en uno, y con un calendario donde faltan compromisos contra Águilas, Jefes, Leones, Vikingos y Cargadores, lo mejor es no pensar mucho en el futuro próximo y enfocarse en la siguiente jugada.

Dentro de lo que cabe, en el papel, este debería ser una victoria para los pupilos del buen "Schotty", cuyo positivismo y energía siguen siendo inspiración para su plantilla cuando la franquicia pasa por un momento pesado en su largo historial.

La temporada está ciertamente en la balanza, porque una derrota en el espectacular Allegiant Stadium daría un golpe final a lo que serían otros siete compromisos de mero trámite. A esto se ha reducido el no haberle ganado a Chicago, Carolina y Arizona para estar en otro plano saliendo del descanso obligado.

Clave 5. A reducidas cuentas.

A estas alturas, y con la espalda contra la pared, lo peor es quedarse sentado en el baile, no salir al ruedo con la alegría de poder ser partícipe de otro espectáculo ante 75,000 aficionados presentes y la millonada por innumerables plataformas.

Las luminarias candentes de otro Monday Night Football son razón de disfrutar del rudo deporte de las tackleadas en su mayor expresión, permitiendo que el deseo de ver una competencia entre dos equipos desesperados por el protagonismo se traduzca en un final de antología.

No pensar en un futuro más allá de los siguientes 60 minutos de tiempo corrido, y que el teatro de la competencia rinda su recompensa final: esa es la meta para lo que se espera sea una buena cantidad de vestidos de azul y plata dándose la paseada en uno de los parajes turísticos más visitados a nivel mundial.

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