ARLINGTON, Texas – Cuando el pase de Jordan Love por el centro del campo, dirigido a Matthew Golden, rebotó en la espalda de Jack Sanborn, el propietario y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, pensó que Dallas había vencido a los Green Bay Packers.
"Dijimos que habíamos ganado el partido. Saltamos y gritamos: '¡Ganamos! ¡Se acabó el tiempo!'", relató Jones.
Sin embargo, el balón cayó directamente al suelo en lugar de elevarse, dejando un segundo en el reloj, tiempo suficiente para que Brandon McManus acertara un gol de campo de 34 yardas que selló el empate 40-40 en tiempo extra, en el partido correspondiente a la Semana 4.
A pesar del desenlace, Jones no cree que la NFL deba cambiar las reglas de tiempo extra en temporada regular para eliminar los empates.
"No, creo que tiene que haber un marco de tiempo para que los partidos terminen. Hay muchas razones para eso", explicó. "Mientras todos entiendan que el juego puede terminar en empate, estoy bien con ello".
No fue una derrota, pero tampoco una victoria. Entonces, ¿cómo se siente Jones con su equipo ahora con marca de 1-2-1, previo a dos partidos consecutivos como visitante?
"Me siento mejor de lo que podría haberme sentido… pero también peor de lo que podría haberme sentido", dijo.
"Hubiera sido genial completar esa sonrisa, evitar el empate y conseguir la victoria, dadas todas las circunstancias… Quería ganar ese partido esta noche. Y no quería perderlo".
Una de esas circunstancias fue el regreso de Micah Parsons, el tema principal durante toda la semana luego de que Jones lo traspasara a los Packers a cambio de Kenny Clark y dos selecciones de primera ronda futuras.
En su primer partido de regreso a AT&T Stadium como visitante, Parsons registró tres tacleadas, tres presiones al mariscal de campo y una captura sobre Dak Prescott, sin pérdida de yardas. Durante buena parte del juego, los Cowboys lograron contenerlo, algo que dejó conforme a Jones.
"Me gustó cómo nos preparamos para enfrentarlo. Lo atacamos, corrimos hacia él, pero sabíamos que estaba ahí, y marcó diferencia… Nos guste o no, yo me quedo con mi parte, y Green Bay con la suya".
Este enfrentamiento fue el primero entre ambos equipos desde el intercambio, y puede que haya sido su punto más alto, pero las comparaciones y los debates sobre quién "ganó" el canje seguirán por mucho tiempo. Para Jones, sin embargo, eso es algo que le corresponde al público.
"Voy a dejar que todos lo analicen, y seguro que muchos lo vieron esta noche. Que cada uno saque sus propias conclusiones, así funciona esto", afirmó. "Habrá distintas opiniones sobre las diferencias, pero me gusta lo que hicimos con nuestra mitad".
Al final, Jones insistió en que obtener cuatro o más jugadores a cambio de Parsons fue más justificable que pagarle una gran suma de dinero, sobre todo luego de haber invertido tanto en Dak Prescott.
"Es muy simple: Dak era indispensable, en mi opinión… y Micah no lo era", aseguró. "Es solo una cuestión de números, así de simple. Y no es nada personal… los números simplemente no daban con Micah".
Por ahora, los Cowboys deben enfocarse en construir una defensa sin Parsons de cara al resto de la temporada. Aunque no ha sido el inicio ideal, Jones confía en el potencial del equipo, en especial con jóvenes dando un paso al frente y jugadores importantes por regresar.
"Creo que estamos en proceso de construir", dijo. "Hay jugadores que aún no están en el campo, como todos los equipos, pero tenemos talento que podemos incorporar. Y algunos de los que ya están teniendo repeticiones, como DaRon Bland, nos van a hacer mejores. Van a mejorar nuestra disciplina en la secundaria".
Finalmente, Jones reafirmó que todavía ve a los Cowboys como un equipo con aspiraciones de playoffs, especialmente por el nivel actual de Prescott y el largo camino que queda por recorrer.
"Siento que este equipo puede competir…", dijo. "Definitivamente creo que estamos en la pelea por los playoffs. A esta altura, con todos los partidos que quedan, no creo que sea ir demasiado lejos decirlo".