(Nota: El artículo original fue escrito por David Helman, escritor para DallasCowboys.com, y traducido al español para SomosCowboys.com)
FRISCO, Texas - No es la conversación que normalmente sucedería tres días antes del inicio de la temporada, pero es importante.
En el aquí y ahora, Dak Prescott está a solo 72 horas de comenzar su quinta temporada en la NFL: un enfrentamiento en horario estelar contra Los Angeles Rams en el recién inaugurado SoFi Stadium.
Sin embargo, lejos de las narrativas llamativas de la nueva temporada, hay cuestiones más importantes a considerar.
A principios de este año, Prescott grabó una entrevista en profundidad para "In Depth With Graham Bensinger", y esta semana se publicaron partes de esa conversación antes del lanzamiento general de la entrevista completa este fin de semana.
Prescott abordó una variedad de temas en la entrevista, pero uno de los temas más impactantes fue la pérdida de su hermano. Jace Prescott murió en abril y, aunque Prescott ha reconocido el apoyo que recibió a raíz de la tragedia, no dio muchos detalles al respecto.
En la entrevista, Prescott reveló que la causa de la muerte de su hermano había sido un suicidio, y habló de cómo la batalla de su madre contra el cáncer de colon le había afectado.
"Eso fue una gran carga para él, no sabía cómo compartirlo, no sabía cómo ser vulnerable", dijo Prescott.
En la misma línea, Prescott reconoció que ha tenido sus propias luchas mentales durante 2020. Incluso antes de la muerte de su hermano, dijo que estaba lidiando con pensamientos y sentimientos con los que no estaba familiarizado hasta hace poco.
"Durante toda esta cuarentena, comencé a experimentar emociones que nunca antes había sentido: ansiedad fue lo principal", dijo. "Y luego, honestamente, un par de días antes de la muerte de mi hermano, comencé a experimentar depresión. No sabía necesariamente por lo que estaba pasando, por decir lo menos, y no había estado durmiendo en absoluto".
En declaraciones a los periodistas el jueves, Prescott dio más detalles sobre ese período de tiempo. Como muchas personas sin duda pueden relatar, Prescott dijo que batalló con estar lejos de la gente como resultado de la pandemia de COVID-19.
"Como expliqué, crea nuevas emociones, emociones que nunca antes había sentido pero que obviamente he tenido que afrontar", dijo. "Y obviamente obtuve la ayuda que necesitaba y fui muy abierto al respecto. Creo que por eso tuve la suerte de superarlo, ya que no todos podemos".
El ser abierto es el tema obvio de esta conversación. A pesar de que la salud mental se ha afianzado más en la conciencia nacional en los últimos años, a menudo puede ser un tema de conversación estigmatizado e incómodo. No hace falta decir que ver la cara de los Dallas Cowboys hablando de depresión es significativo.
"Creo que es enorme", dijo Prescott. "Creo que hablar es muy importante. Creo que es muy importante conseguir ayuda. Y eso salva vidas".
En un deporte tan hipercompetitivo como el futbol, eso no siempre es fácil. Es una parte innegable de la cultura del deporte que mostrar debilidad es una desventaja, y que cualquier problema o sufrimiento puede ser aguantado. Prescott dijo que tuvo que ser honesto con sus amigos y familiares para poder empezar a sentirse más cómodo con la conversación.
"Si no le hubiera hablado de esas cosas a la gente con la que hablé, no me habría dado cuenta de que mis amigos y mucha gente más sufre de lo mismo, y que es algo muy común", dijo.
Una vez más, tal vez no sea el tema que suele acompañar el inicio de una nueva temporada. Pero no se puede negar su importancia. Y dados los desafíos por los que ha pasado – sin mencionar su posición en el vestidor de los Cowboys, sin mencionar la conciencia nacional – cuenta mucho que Prescott esté dispuesto a hablar sobre esos temas.
"Creo que es importante ser vulnerable, genuino y transparente", dijo. "Eso es de gran ayuda cuando eres un líder y muchos escuchan tu voz y puedes inspirar".
