FRISCO, Texas – El entrenador Mike McCarthy había advertido que buscaban un pateador que pudiera competir por posición con el novato Jonathan Garibay durante el campamento de pretemporada.
Pero es muy claro que las opciones en el mercado son muy contadas y con poca experiencia.
Los Cowboys esperan firmar al pateador Lirim Hajrullahu, de acuerdo a diversas fuentes, para que intente quitarle la posición al méxico-americano Garibay, quien parece tener toda la confianza por parte del equipo.
Hajrullahu sabe qué es tratar de competir por empleo. Así llegó a los Cowboys la temporada pasada, para una breve estancia de reemplazo de Greg Zuerlein, cuando estuvo contagiado de Covid.
Igual estuvo con los Carolina Panthers y antes en el campamento de pretemporada de Los Angeles Rams en el 2020. Así se convirtió en estrella en la Canadian Football League, donde fue considerado All-Star.
La competencia será complicada con Garibay, a quien los Cowboys han seguido desde que estaba en el futbol americano colegial con la universidad de Texas Tech y para el que tienen toda la confianza.
Fue prácticamente el único pateador en el equipo durante todo el proceso del programa de receso de temporada, incluidos OTA y minicampamentos, desde que cortaron antes del minicampamento de novatos a Chris Naggar, a quien habían firmado apenas en marzo pasado.
"En definitiva, puedes tener un buen presentimiento en su habilidad", dijo el entrenador McCarthy sobre Garibay durante el más reciente minicampamento. "Ha tenido un buen inicio . Es joven".
A pesar de que Garibay ha estado todo el receso de temporada, Hajrullahu tiene una gran ventaja, la experiencia, aunque poca, pero experiencia al fin. Ya pateó goles de campo y puntos extra en la NFL; algo que vale para cualquier equipo cuando se trata de tomar la decisión.
Garibay llegó a los Cowboys como agente libre novato y deberá tener una gran pretemporada, en entrenamientos y juegos, para que los Cowboys confirmen que es el pateador que quieren llevar a la temporada regular.
Es una posición que hace tiempo ha sido uno de los dolores de cabeza, en especial desde la salida de Dan Bailey en el 2017 y que creyeron resuelta cuando en el 2020 contrataron a Zuerlein, quien tampoco fue la solución.
Pero es un hecho que los Cowboys jamás han tenido miedo de llevar a temporada un pateador novato que ni siquiera fue elegido en Draft. El propio Bailey, quien ha sido el mejor pateador que han tenido en épocas recientes, llegó así.
Bailey tuvo que competir para quedarse en el equipo en el campamento de entrenamiento del 2011 en San Antonio con otros cuatro pateadores, incluidos David Buehler, quien había sido reclutado en el Draft de ese año, y Kai Forbath.
En su año de novato, Bailey metió 32 de 34 goles de campo; los únicos dos que falló fueron de más de 50 yardas, para comenzar una carrera de 10 temporadas en la NFL; siete con Dallas y tres con Minnesota.
"Ellos (Cowboys) esperan mucho de mi", reconoció Garibay. "Al final del día, espero mucho de mi también".
La competencia para Garibay con Hajrullahu comenzará el 27 de julio, cuando los Cowboys sostengan su primer entrenamiento formal de pretemporada. Dos y media semana después tendrá su primero de tres partidos de exhibición.
Para cuando finalice agosto, Garibay tendrá que haber mostrado que es superior no sólo a Hajrullahu, sino a cualquier otro pateador que haya terminado desempleado la pretemporada en la NFL, ya que los Cowboys estarán revisando todas las opciones posibles.
"Mucho es mental", dijo Garibay. "Hay muchos grandes muchachos allá afuera que tienen la fuerza, que en realidad son buenos pateadores con el poder y la precisión. Pero algunas veces sólo es mental".
