En clásico duelo de David contra Goliat llega la tercera jornada para los Cowboys que reciben a los visitantes Dolphins en el AT&T Stadium.
Pocas son las ocasiones que los momios favorecen tanto a un equipo sobre el otro, como le vuelve a suceder al equipo floridiano luego de ser vapuleado por Nueva Inglaterra la semana pasada al son de 43-0.
Esto es la NFL, la liga que se esmera por representar una simple paridad que por principio torna cada juego un acertijo. En el caso de esta confrontación inter-conferencia, tal parece que este principio se puede tirar por la ventana.
Un equipo de Brian Flores llega con remotas posibilidades de hacer la chica ante este equipo de Arlington, tomando en cuenta el momento tan extraordinario por la que pasa la ofensiva azul y plata. La realidad es que el equipo visitante se ha tornado de ser la otrora orgullosa franquicia a de pronto un verdadero tianguis al estilo de convertirse en una virtual pulga para la compra/venta de cuerpos.
En estos casos de tal desbalance el equipo favorito tiene como consigna el no confiarse y salir a demostrar que si los momios los muestran como favoritos a tal grado, así debe ser el control que demuestra al final de los 60 minutos.
El moribundo equipo visitante de momento se instala como la ofensiva número 32 de la liga siendo también la peor defensiva entrando a esta tercera jornada, con pocas posibilidades, si es que alguna, de sonar la campana.
En una liga que vive por el adagio de que "cualquier equipo en un domingo dado" puede vencer a otro, este tipo de juegos representan por definición una verdadera trampa para el favorecido.
Para las cinco claves del juego les tengo estas observaciones.
Clave 1 –Primero lo primero. Son pocas las ocasiones que el balance sea tan favorable de un equipo sobre el otro, como en el caso de esta confrontación. Para los Vaqueros el estar enfocados en la tarea es en si el reto más grande, considerando que para un juego de la NFL se cuenta con un diferencial tan amplio. Toda la semana la pregunta a tanto jugadores como entrenadores es el como evitar las distracciones de ser tan amplio favorito, y la única manera de hacerlo es pisando fuerte y sin titubeos. Para los pupilos de Jason Garrett el peor enemigo es uno mismo.
Clave 2 –Tomando vuelo. Si las cosas se dan como se anticipa, los Cowboys pudieran estar en control de este juego para la apertura de la segunda mitad. La duda es en realidad que tan agresivo querrá ser Kelen Moore desde un principio del juego, ya sea queriendo salir a tambor batiente para luego ya soltar la rienda, o por lo mismo doblegar a su rival sin causar mucho aspaviento. Los Vaqueros no se han destacado como un equipo que se aproveche de estos juegos con tintes tan desbalanceados, prefiriendo llevársela tranquilos sin tener que despeinarse con la consigna de ganar. Será interesante ver cual será la tónica ante el respetable considerando que la era Moore en los controles ofensivos apenas comienza.
Clave 3 –Las lesiones nivelan el campo de juego. El rudo deporte de las tackleadas tiene como común denominador el espectro de las lesiones en todos los departamentos, y para los Vaqueros este factor hace presa de ciertas posiciones. Con la salida de Michael Gallup es tiempo de ver de nuevo al veterano Devin Smith, cuya anotación de 51 yardas a manos de Dak Prescott fue dejando en el polvo a esquinero estelar Josh Norman. Por el lado defensivo la salida de Xavier Woods pondrá en relieve a los reservas Donovan Wilson y Darian Thompson, cosa que por contar con un rival a modo le da la flexibilidad de descansar a titulares. De especial interés será ver como se manejan la contribuciones de estos jugadores que tendrán esta singular oportunidad de pisar el terreno de juego.
Clave 4 –Otra oportunidad más. Luego de dos jornadas Ezekiel Elliott debería estar frotándose las manos viendo que por un lado su línea ofensiva comandada por el enigmático Travis Frederick está en pleno ascenso y que sus propias facultades comienzan a florecer. Este duelo pudiera ser el perfecto aliciente para que Elliott ahora si se ponga al tiro, tanto por aire como por tierra. Cualquier juego de temporada regular representa un verdadero reto, sea el rival que sea, pero en este caso tan desbalanceado es razonable esperar que el equipo favorito prefiera controlar el reloj y mover las cadenas de manera de no andar con especulaciones, y de ser así cuentan con el caballito de batalla idóneo. Estos son los juegos donde se ganan controlando el balón con ofensivas largas y sostenidas, y quien mejor para ello que el afamado extraterrestre.
Clave 5 – No le muevan. Pocas han sido las ocasiones tan desdibujadas por las que pasan los Delfines en este momento. Aparte de haber comenzado el proceso de tirar su casa por la ventana con el canje de jugadores en busca de asegurar la mayor cantidad de selecciones colegiales para el 2020, es obvio que Miami se ha desentendido de la meta de llegar a la postemporada. A estas alturas Flores y compañía buscan competir con lo que puedan, pero en este caso de la singular lucha ente un David contra un Goliat, tal parece que la sonda simplemente no será suficiente para evitar lo que se espera sea una victoria del equipo anfitrión. La gran duda pudiera a fin de cuentas resultar en por cuantos puntos alzan su marca a 3-0 rumbo a Nueva Orleans.
