FRISCO, Texas – Los Cowboys ya deben estar con calculadora en mano, pero sobre todo con observación de talento, costo/beneficio, en el peor y mejor de los casos en varias posiciones, cuando faltan tres semanas para que arranque el nuevo año de la NFL.
Bien dijo Dak Prescott antes del partido de playoffs contra los 49ers que debían aprovechar que tenían un equipo sano y completo en todas sus líneas para tratar de trascender, porque nunca se sabe cuándo se repetirá en esta liga.
Eso hace mucho sentido cuando las cosas pueden cambiar de manera dramática para un equipo como Dallas que comenzó con aspiraciones ofensivas de tres receptores de al menos mil yardas, dos alas cerradas capaces de complementarse en bloqueo y pase, un corredor que llegó en su mejor forma física en buen tiempo y una línea ofensiva con profundidad, por si llegaban las lesiones, que por cierto llegaron…
Cuando comience la temporada 2022, habrá qué ver cuál es el cuerpo de receptores de los Cowboys. De los cinco de alto calibre en una de las posiciones con mayor talento en la NFL, sólo tienen asegurados a dos rumbo al próximo kickoff, Amari Cooper y CeeDee Lamb.
Michael Gallup será agente libre sin restricciones, igual que los suplentes de alto perfil Cedrick Wilson, Noah Brown y Malik Turner. Wilson y Brown firmaron contrato para el 2021 como agentes libres con restricciones.
Después de que llegó la primera lesión de Gallup, en el segundo cuarto del partido inaugural, los bonos de Wilson comenzaron a subir y tocaron cielo cuando la temporada estaba terminando. Seguro tendrá más de una oferta para ser el segundo o tercer receptor en otro equipo, con mejor salario y los Cowboys tendrán que checar si conviene o pueden competir por él.
Es probable que para Brown haya sido diferente. Por las lesiones e inconsistencia sus bonos bajaron, mientras que la liga vio que Turner puede jugar y responder cuando se necesita.
Ezekiel Elliott, el corredor titular, sufrió de lesiones y Tony Pollard va para su último año de contrato que firmó cuando fue reclutado en la cuarta ronda del Draft del 2019. Ahí los Cowboys ya tendrán que comenzar a decidir si ofrecerán una extensión contractual, pero de nueva cuenta, habrá que revisar por dónde anda el tope salarial.
Los Cowboys tendrán igual que voltear a ver a la agencia libre algún refuerzo en la línea ofensiva porque con un quarterback como Prescott, es difícil que vayan a pensar en un novato reclutado en Draft, sin experiencia profesional, para protegerle su espalda, después de ver el desastre que tuvieron por el lado izquierdo la temporada pasada. El guardia Connor Williams termina contrato…
¿Será posible la permanencia de Dalton Schultz para el futuro a mediano y largo plazo después de las dos muy buenas temporadas que ha tenido? Habrá que ver porque Blake Jarwin, el que se suponía que sería el reemplazo de Jason Witten y quien ha atravesado dos años repletos de lesiones, aún tiene contrato y por buena cantidad de millones de dólares.
Cuando llegue el 16 de marzo y empiece la agencia libre, también del lado defensivo tendrán que echar matemática.
Randy Gregory es potencia agente libre sin restricciones; igual caso es el de Dorance Armstrong y Carlos Watkins; los linebackers Leighton Vander, Keanu Neal, Luke Gifford y Francis Bernard, y los safeties Jayron Kearse, Malik Hooker y Damontae Kazee. Sólo por mencionar a los jugadores defensivos que tuvieron participación trascendente la temporada anterior.
Igual sucede en equipos especiales, incluyendo al pateador de despeje Pro Bowler Brian Anger.
Así las cosas, es fácil anticipar que pronto llegarán las reestructuraciones contractuales, que reacomodan salarios para tratar de liberar espacio en el tope.
Mucha tarea por hacer, decisiones por tomar y jugadores por decidir, que la temporada 2022 ya comenzó a 11 meses de la patada inicial.
Pero bien dijo Prescott, nunca sabe si tendrás otra oportunidad de competir por algo importante la siguiente temporada porque las cosas pueden cambiar rápido en la NFL.
